Rescate Empresarial: Porque Salvar Negocios en Quiebra Sí Importa.
Por cpa. huggo romero mora™

En un mundo donde sobran los coaches financieros y los “gurús” de negocios con discursos motivacionales sacados de libros de autoayuda, hay un detalle que parece pasar desapercibido: ninguno de ellos salva negocios en quiebra técnica o total. ¿Por qué? Porque no pueden. Y porque no quieren.
Nos han vendido la idea de que el conocimiento académico es suficiente para solucionar cualquier problema empresarial. Por eso, cuando alguien se gradúa de Harvard, Yale o Cambridge, (o sus émulos académicos mexicanos) se le supone un genio de las finanzas capaz de convertir todo lo que toca en oro. Pero aquí está la ironía: cuando el negocio ya está en números rojos, cuando el barco hace agua, los genios desaparecen. No hay tesis de maestría que sirva, ni modelo financiero que aguante. No hay Excel ni PowerPoint que salve lo insalvable desde una oficina con vista panorámica. Y así como los tecnócratas que gobernaron sin haber arreglado ni un café en su vida, estos genios no tienen la menor idea de lo que es rescatar una empresa que se muere.
Salvar un negocio en quiebra no es para los que estudian casos hipotéticos, es para los que se arremangan la camisa y se meten al campo de batalla a entender por qué se está perdiendo la guerra. Porque esto no es teoría: cada empresa que cierra deja gente sin empleo, sueños destruidos y comunidades enteras afectadas. Cada negocio que logramos rescatar es una victoria no solo para el empresario, sino para todos los que dependen de él.
A diferencia de los consultores tradicionales, no cobro por “estudiar, evaluar y diagnosticar”. Eso es perder el tiempo. Aquí no hay un año para diseñar estrategias en reuniones sin fin. Quedan cinco minutos y vamos perdiendo. La única opción es actuar ya, empatar y ganar. Y para eso, todos tenemos que estar dispuestos a pelear. Luego, cuando el negocio esté estable, viene la verdadera tarea: garantizar su crecimiento y consolidación en un plazo mínimo de cinco años (asistiendo la empresa con un contrato mínimo de 5 años que pueden ser renovables). Porque salvar no es solo revivir, es asegurar que la empresa no vuelva a estar en la cuerda floja.
Este no es un trabajo para los que viven de vender humo. Es para los que creen que el esfuerzo, la estrategia real y el compromiso pueden cambiar las cosas. Y si al final del día, una empresa más sigue en pie, habremos demostrado que salvar negocios en quiebra sí importa. Que vale la pena. Y que lo imposible solo es una excusa para quienes nunca han sabido cómo ganar una guerra en el campo de batalla.
Jaque Mate.
También se puede intentar salvar estas empresas.

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