La Séptima Entrada: El Fatídico Tetramestre ©

Por huggo romerom™

Dicen los que saben –y los que solo botan cáscaras en las gradas también lo dicen con autoridad de cantinero– que la séptima entrada es la fatídica. No por numerología, ni por mística barata, sino porque el pitcher abridor ya viene sacando el brazo como si trajera un resorte viejo de vochito. El sudor ya no es de esfuerzo, es de supervivencia. Y ahí, justo ahí, es donde se ganan o se pierden los juegos.

Pues bueno, damas, caballeros y espíritus jurídicos del dugout, yo voy a entrar a mi séptimo tetramestre en la carrera de Leyes. Y sí, ya lo bauticé: El Fatídico. Porque aquí no hay margen de error. Si paso limpio, sin wild pitch ni error mental, ya nomás me quedan dos innings pa’ la gloria. Pero si aquí trueno, todo se va a extrainnings, y la fatiga no perdona.

Hoy terminé la actividad académica. Le eché la tierra encima al último archivo, cerré el bendito PDF y dije: “hasta aquí, juez”. Me sigo en la chamba, sí, porque el mundo no se detiene nomás porque uno esté en la universidad; sigo también en lo social, en lo humano, en lo que sí debería ser obligatorio en todos los planes de estudio: ser útil a los demás sin esperar un aplauso.

Espero una chamba buena, me invitaron. Ojalá se dé. Y si no, ya vendrá otro juego, otra oportunidad de subirme al montículo, aunque sea con ampolla en la moral. La tesis ahí va también, como corredor en tercera sin outs: presionando pero con esperanza. Y en todo esto, nunca se deja de aprender. Este juego no tiene final, aunque uno a veces quiera que suene la campana del último out.

Confieso, me preocupa eso del relevo. Porque en las dos oportunidades más importantes de mi vida, me sacaron. Relevo forzoso, de esos que duelen más que un pelotazo al ego. Esta vez no quiero que alguien más suba al montículo por mí. Esta vez quiero sacar los tres outs, aunque sea a puro slider moral y recta emocional.

Así que sí… se viene mayo y con él el playball. Inicio del tetramestre. El Fatídico. Que suene el bat, que tiemble el guante, y que el alma no se raje. Porque esta vez, Huggo no se baja del juego. (Como en 1996)

Necesito un Relax en todos los sentidos y acepciones de la palabra algo así como ‘nada con medida todo con exceso’…

Jaque Mate.

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