Por cpa. huggo romero mora™
Si existiera un panteón de los crímenes mejor diseñados y ejecutados en la historia, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y su primo hermano el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) tendrían su mausoleo de oro en la sección VIP. Sí, porque lo que el hampa gubernamental ha hecho con estos “impuestos” es una obra maestra de extorsión fiscal con traje de legalidad. Y lo más brillante (o cínico) del asunto: te hicieron creer que tú lo pagas, cuando en realidad solo eres el recaudador forzado.
La Gran Estafa: IVA, el Moche Legalizado
El IVA es el invento más brillante del crimen de cuello blanco. Lo disfrazaron de “impuesto al consumo”, pero en realidad es la mordida más eficiente jamás creada. No importa qué compres, qué vendas, qué negocio hagas, el Estado se lleva su tajada sin haber movido un solo dedo. Y lo mejor (para ellos, claro): te hacen responsable de cobrarlo y enterarlo, y si no lo haces bien, ahí están los sicarios fiscales con su catálogo de multas, recargos y embargos.
Este “moche” empezó con un “modesto” 10%. Pero la avaricia es insaciable y pronto lo subieron al 15%. Cuando vieron que nadie prendía antorchas ni sacaba las guillotinas, le dieron otro empujoncito al 16%. ¿El resultado? Una tajada más grande para el Estado sin que nadie protestara lo suficiente. La genialidad radica en que ni siquiera te permiten pagarlo en partes si un día andas corto de efectivo. No, señor. Es el total, en una exhibición y con actualización de intereses digna de un prestamista de película de Scorsese.
IEPS: El Impuesto Barredor
Por si quedaba algo en el bolsillo después del IVA, llega el IEPS con la misma lógica gansteril: “Si algo se mueve y genera dinero, el Estado debe llevarse su parte”. Dicen que es un impuesto para “productos especiales”, pero lo cierto es que es la última red para atrapar lo que el IVA no pudo saquear. Gasolinas, alcohol, cigarros, bebidas azucaradas… Todo lo que tenga demanda masiva es blanco perfecto. Y claro, bajo el argumento de “proteger la salud pública”, te lo meten sin anestesia.
La Trampa Perfecta: Siempre Pagas, Nunca Ganas
Por años, el único consuelo era que al menos podías acreditar algunos gastos contra el IVA que entregabas. Algo así como que el propio verdugo te diera un pañuelo antes de cortarte la cabeza. Pero con la “modernización” del sistema fiscal y su nuevo portal de pagos provisionales, hasta eso han ido eliminando. Ahora solo puedes acreditar lo que ellos digan que puedes quedarte, para que no llores ni patalees demasiado.
Si no te habías dado cuenta, todo esto tiene una dirección clara: la retención total del IVA. ¿Qué significa esto? Que en lugar de que tú cobres y después enteres al SAT, directamente lo van a retener desde la fuente, y ni siquiera tocarás ese dinero. Lo pronostiqué desde 2020, y cada vez estamos más cerca.
¿Cómo Llegamos Aquí?
Dejamos que el lobo redactara la ley. Creímos que con solo obedecer no nos devoraría, pero resulta que los lobos evolucionan: ahora ya ni se molestan en comerse las ovejas, las ponen a trabajar para ellos. Un secuestro fiscal en toda regla. Inguezú…
Jaque Mate.
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