Raúl A. Rubio Cano
Mañana viernes, en el municipio de San Nicolás de los Garza, se llevará a cabo reunión encabezada por el alcalde panista, Daniel Carrillo, acompañado por el alcalde de Monterrey, el priista, Adrián de la Garza; igualmente, asistirá el rector de la UANL, el doctor Santos Guzmán y, los representantes de las empresas Sinergia Deportiva y la cementera CEMEX. Todos, formalizarán el arranque del proyecto del nuevo estadio del Club de Futbol de Los Tigres.
El mega estadio de Los Tigres, será construido en los terrenos que fueron los patios de los Ferrocarriles de México, una obra que doblará las dimensiones del actual Estadio del Club Monterrey en el municipio Guadalupe; una obra, cuyas dimensiones geográficas implica terrenos de los municipios de San Nicolás de los Garza y Monterrey, y que será desarrollado por un equipo de arquitectos e ingenieros venidos de la ciudad de Boston, en los Estados Unidos; porque, pareciera, que en este país no hay la capacidad científica-tecnológica de los universitarios como los de la UANL o, de los profesionistas mexicanos, para realizar tal tipo de obra, sin necesidad de traer profesionistas extranjeros, carentes de todo tipo de sensibilidad u óptica de nuestra realidad.
Arquitectura de la Barbarie…
Ya en años pasados un grupo de “expertos” venidos de Nueva York quisieron construir ese estadio arriba del Río Santa Catarina, a la altura del Parque Fundidora, en conexión con el Parque España y desde la facultad de Arquitectura de la UANL dimos la batalla para tumbar esa barbaridad y peligro para la ciudad ante la periódica ferocidad del Santa Catarina. Ahí estuvo el arquitecto Oscar Bulnes, dando uno de sus últimos combates en materia profesional y Humanismo Universitario.
Hoy, los “Sabios” que buscan construir el nuevo estadio de los Tigres, vienen de Boston y obviamente, es una empresa constructora trasnacional, que viene a hacer su agosto en el mes de mayo, al formalizar su injerencia en el citado proyecto que ya desde el Rector de la UANL hasta los “judíos” de Sinergía Deportiva, hablan del gran negocio que será el mencionado Estadio y que además, de eventos futboleros locales y nacionales, se abre el espacio a muy diversos eventos internacionales que dejarán pingües ganancias a esos organizadores del espectáculo futbolero, porque el futbol como deporte, hace mucho que dejó de serlo.
Afín o reforzando la presencia del citado mega estadio de los Tigres, se construirán infraestructuras muy diversas para la recreación del “pueblo globero” y demás edificios para el desarrollo de actividades de servicios y de estancia en las zona, como la industria hotelera, restaurantera, etcétera, y ello, implica ya, que con los terrenos de los patios de los Ferrocarriles que se cuentan para tales obras, no serán suficientes para la red de accesos y respectivas vialidades y estacionamientos que se demandarán, sí y sólo sí, se le recorta (destruyen) un 40 por ciento a los hogares vecinos del Pueblo Trabajador, como son los habitantes de la colonia Hogares Ferrocarrileros, según lo han comentado los “Sabios” constructores de tales obras.
La voracidad es mucha, para lo que se quiere hacer…
Cientos o miles de familias de Hogares Ferrocarrileros y otras colonias aledañas a los tradicionales patios del ferrocarril serán prácticamente expulsados de sus viviendas. Buena parte de esas personas son de la Tercera Edad, y ya van sobre ellos bandas de sinvergüenzas coyotes, que sin piedad alguna, ofrecerán migajas por esas propiedades del pueblo trabajador. Esa es la triste historia de siempre del mentado “costo del Progreso” generado por unos cuantos especuladores y traficantes del embrutecimiento futbolístico y de la recreación comercializada, no digamos de la venta de bebidas alcohólicas y comida chatarra: ¡Barbarie! ¡Vil Barbarie! Y dinero a manos llenas para unos cuantos.
Lo más lamentable en todo ello, es que la UANL y su supuesto “Humanismo Universitario” de nuestra Máxima Casa de Estadios sea llevado de encuentro y vaya implicado en este “crimen urbano” sobre humildes pobladores de colonias populares de Monterrey ¿Quién Diablos está llevando a nuestra querida UANL a tanta barbarie en todos los planos existenciales con este Estadio y sus obras aledañas, por donde se le quiere ver? ¡Vaya, vaya! ¡El Nuevo Nuevo León que nos ha tocado vivir! Nuestra metrópoli la siguen destruyendo, más y más, en aras de capitales sedientos de producir más capitales para beneficiar a unos cuantos sinvergüenzas y, con ello, destruyendo la vida de seres humanos y Naturaleza ¡Ya basta de tanta bestialidad! ¡Es el Bien Común el que debe de imperar, no el de unos cuantos pillos…!
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