Destaca alumna de la UDEM en Feria Mexicana de Ciencia e Ingeniería

Ana Fernanda Monroy Jaime, alumna de cuarto semestre de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Monterrey logró el segundo lugar en la Feria Mexicana de Ciencia e Ingeniería FEMECI, celebrada en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Ganó con el proyecto Baal-Nah, un termo aislante a base de fibra de cáscara de cacahuate que busca integrar las ciencias ambientales y la ingeniería civil, cuyo material presenta propiedades ideales para aplicaciones en obras civiles, como revestimientos térmicos.

“El objetivo inicial era atender la crisis de calor en viviendas mal aisladas, especialmente aquellas construidas con lámina. Este aislante puede ser empleado en techos y paredes para reducir temperaturas extremas”, señaló la estudiante.

El prototipo cumple con la normatividad en conductividad térmica: “realizamos pruebas con diversas proporciones de cáscara y obtuvimos valores favorables, siendo el más bajo 0.177 en Watt/metro Kelvin”, explicó Monroy Jaime.

Por su composición natural, el proyecto ofrece beneficios ambientales, “comparado con aislantes químicos, nuestra huella hídrica y de carbono es seis veces menor. También es económicamente accesible”, indicó la creadora.

Para Nerla Silva Uribe, profesora de la Escuela de Ingeniería de la UDEM y asesora del proyecto, el uso de la cáscara de cacahuate como material comercial marca un hito, ya que “transforma un residuo en un producto útil y biodegradable que puede reincorporarse al ambiente al término de su vida útil”.

La feria es organizada por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Nuevo León, en su etapa local, y por REDNACECYT, a nivel nacional.

El proyecto continúa evolucionando: “estamos evaluando su durabilidad a la intemperie y explorando nuevos usos, como revestimientos en forma de bloques para paredes”, adelantó Silva Uribe.

Ana Fernanda inició su investigación en junio de 2023, mientras finalizaba la preparatoria. Desde entonces, su visión ha evolucionado hacia un producto más comercial y adaptable. “Quiero mejorar el prototipo y realizar más pruebas de resistencia física. Aún hay mucho por desarrollar antes de su comercialización”, comentó la estudiante.

La alumna ya ha recibido propuestas de constructoras interesadas en implementar su proyecto. “Tenemos que analizar cómo producirlo a gran escala sin perder su esencia sostenible”, agregó Silva.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *