‘THE SHOW MUST GO ON’… O CÓMO UN DÍA TE ROMPE LA MADRE Y AÚN ASÍ SIGUES DE PIE ©

Hay días en los que todo es oro. Días en los que el universo te guiña el ojo y te susurra al oído: “Eres un cabrón con suerte”. Te sientes invencible, caminas con ese aire de rockstar venido a menos pero con el porte suficiente para que la vida te respete. Das pequeños pasos, pero firmes, y la sensación de plenitud te embriaga.

Y justo cuando te acostumbras a lo bueno—porque sí, es verdad, a lo bueno te acostumbras de inmediato—, la vida decide que es hora de bajarte de un madrazo. Uno. Dos. Tres golpes que no viste venir porque estabas demasiado ocupado disfrutando la plenitud que tanto te costó alcanzar. Tu guardia baja, tu ego en las nubes, y pum… patada voladora en el hocico cortesía del destino.

Ese día fatídico llega sin previo aviso. No hay mensaje de advertencia, no hay musiquita de suspenso que anuncie el desastre. Simplemente pasa. Un revés inesperado, una mala noticia, una serie de eventos desafortunados que se acumulan como fichas de dominó listas para tumbar todo lo que con tanto esfuerzo construiste. Tu confianza se hace pedazos, tu energía se esfuma y el espejo te devuelve la mirada de alguien que apenas y se reconoce.

Pero aquí es donde entra la magia, la gran verdad que separa a los que valen madre de los que sobreviven: The Show Must Go On. No importa que hoy estés hecho mierda, que el universo te haya escupido en la cara y que tu ego esté retorciéndose en el suelo. La función sigue. No hay intermedios, no hay pausas dramáticas. Te secas la sangre, te acomodas el peinado y sigues adelante. Porque la pelea no se acaba hasta que te mueres.

Y si hoy fue una mierda de día, mañana tal vez no. Quizás el sol salga con menos ganas de joderte. Quizás el café tenga mejor sabor y la playlist aleatoria de tu vida ponga una canción que te recuerde que sigues en la pelea.

Así que nada de lloriquear. Te levantas, te sacudes, te amarras los eggs y sigues adelante. Porque sí, la vida a veces es un ring de boxeo donde recibes más putazos de los que puedes esquivar, pero mientras tengas aire en los pulmones y una historia que contar, no te pueden declarar perdedor.

The Show Must Go On, cabron. No porque sea fácil, sino porque rendirse nunca ha sido una opción.

Imágenes usadas solamente como testimonio del articulo y de como un solo golpe te manda a la lona, no tengo los derechos ni los pretendo;  todos los derechos son de sus creadores

Esta vez firmo el articulo solo porque ‘The Show Must Go On’ porque hoy de verdad no tengo ganas de nada…

huggo romerom™

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