El beisbol mundial de Ligas Pequeñas y de México están de luto al fallecer la noche del domingo, Ángel Macías, quien se inmortalizó al lanzar el único Juego Perfecto en la historia del torneo que se celebra en Wiliamsport, Pensilvania, desde 1947.
Ángel Macías Barba tenía 80 años y su salud se había deteriorado en los últimos años debido al Alzheimer.
Fue el 23 de agosto de 1957, cuando Ángel Macías, nacido un 22 de septiembre de 1944 en Aguascalientes, dejó grabado de por vida su nombre en la historia del beisbol, al lanzar el histórico Juego Perfecto en la final contra La Mesa, California, en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, en Williamsport.
Ese día viernes, ante un público aproximado de 10 mil personas, el equipo de 14 niños mexicanos de la Liga Pequeña Industrial de Monterrey, después de 12 triunfos consecutivos, lograron el 13, y con él, el Campeonato Mundial de las Ligas Pequeñas, al lograr un juego perfecto con victoria de 4 carreras por 0.

Ángel Macías, cuando era niño lanzaba de derecho y de zurdo, pero en aquel juego subió al montículo como pitcher derecho y ponchó a 11 bateadores de 18 outs que sacó en esa histórica final para México.
Los otros “Pequeños Gigantes” que lograron la hazaña fueron Enrique Suárez, Norberto Villarreal, Ricardo Treviño, Baltazar Charles, Rafael Estrello, Gerardo González, José Maíz García, Jesús Contreras, Mario Ontiveros, Alfonso Cortez, Roberto Mendiola, Fidel Ruiz y Francisco Aguilar. El manager del equipo era César L. Faz.
Ángel Macías, quien se graduó en administración de empresas en la UANL, jugó las temporadas 1962 y 1963 en las sucursales de Anaheim Angels, en Clase A en la California League. En Liga Mexicana de Beisbol militó 11 temporadas, siete con Broncos de Reynosa (campeón en 1969) y cuatro con Sultanes de Monterrey. En Liga Mexicana del Pacífico lo hizo para Tomateros de Culiacán y Naranjeros de Hermosillo (campeón en 1970-71), participando en la primera Serie del Caribe de un equipo mexicano, en San Juan, Puerto Rico, en 1971.
El triunfo de Liga Pequeña Industrial de Monterrey en Williamsport en 1957 se llevó al cine en dos películas en dos épocas distintas, una hecha en 1960 llamada “Los Pequeños Gigantes”, y otra en 2009 bajo el nombre del “Juego Perfecto”.

“Ángel Macías juega béisbol por una sola razón: porque nació para jugar béisbol. De niño fue un auténtico fenómeno que podía lanzar con cualquier mano y batear por ambos lados del pentágono y jugaba cualquier posición. Durante la larga jornada que llevó a los Pequeños Gigantes a la captura del Título Mundial, Macías llegó a jugar, en el mismo partido, la posición de parador corto, lanzando con la mano derecha y también la de primera base utilizando su brazo izquierdo. El juego perfecto que lanzó para ganar la Serie Mundial es una joya que pertenece a todo México, pero especialmente es una rica herencia para todos los niños que ahora tienen un ejemplo digno de imitar”, escribió César L. Faz, en el libro Los Pequeños Gigantes, editado en 1981.
Ángel Macías fue incluido en el Salón de la Excelencia de las Ligas Pequeñas de Williamsport, en 2017. Su histórico legado, inmortalizado en Williamsport y en el corazón de México, seguirá inspirando a generaciones de peloteros que sueñan con alcanzar la grandeza desde el diamante.
Descanse en paz.
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