Día Internacional de las Trabajadoras Domésticas

Se proclamó en 1988 durante el primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar, que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, donde se discutieron muchos asuntos, pero los de mayor interés fueron la gran discriminación que sufren las personas que se dedican a este trabajo, la falta de leyes que les amparan, el establecimiento de un pago digno por su labor y el derecho a una protección social por parte de los estados.

Estos argumentos llevaron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a interesarse en el tema y proclamar en 2011, por medio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un tratado histórico donde se creaba un Convenio para asegurar el Trabajo Decente para los Trabajadores/as Domésticos, generando así el primer documento regulatorio de este tipo de actividad económica.

En realidad, el trabajo doméstico existe a través de la historia de la civilización humana y siempre ha sido realizado por las personas cuya condición económica o racial es la menos favorecida. Este trabajo contempla muchas actividades entre las cuales destacan:

  • La limpieza y orden del hogar.
  • Trabajos manuales de gran demanda (por ejemplo, en las haciendas, la recolección de la cosecha, la doma de caballos o el mantenimiento de las máquinas)
  • Cuidado de los niños.
  • Cuidado de los ancianos.
  • Elaboración de alimentos.
  • Planchado y arreglos de prendas de vestir.
  • Conducción de coches.
  • Cuidado y poda de los espacios vegetales (jardines).
  • Mantenimiento del hogar (plomería, electricidad, pintura de la fachada, etc.).

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 2 millones 543 mil personas se dedican al trabajo del hogar remunerado, que es el 4.2% de la población ocupada hoy en México, siendo 92% mujeres. De ellas, el 85.8% realizan tareas de limpieza en hogares particulares, 8.2% son cuidadoras de personas y 5.0% son lavanderas y/o planchadoras en casas particulares. Un tercio de las mujeres trabajadoras del hogar empezaron a trabajar siendo niñas.

Una gran parte de las personas trabajadoras del hogar se encuentran en la adultez media, 7 de cada 10 mujeres y 6 de cada 10 hombres de este sector tienen entre 30 y 59 años, de acuerdo con estadísticas del Inegi.

Los años de escolaridad promedio con que cuentan las personas trabajadoras del hogar rondan entre ocho y nueve, equivalentes a tener la secundaria completa o trunca.

Aunque una amplia mayoría de quienes se ocupan en el trabajo del hogar tienen sólo educación básica, se identifica que 13% de las mujeres y 26% de los hombres sí cuentan con educación media superior y superior.

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