Catalejo Político

¿Quién ganó el debate?

En una verdadera democracia no hay vencidos, ni vencedores y mucho menos en un debate.

Por Agustín Lozano


Los debates presidenciales no se ganan y tampoco se pierden, es un ejercicio de libertad de ideas, pero lo que sí es cierto es que los primeros que salen gritando “Ganamos el debate” son los primeros que se sintieron derrotados, lo que esta en juego verdaderamente es la silla presidencial, pero esa se juega hasta el 2 de junio.
Así es que no hay necesidad de alardear por una victoria, ya que los debates no tienen marcador no hay anotaciones, carreras, goles ni campeonatos, no hay una medición donde se pueda definir un marcador, la verdadera medición será el primer domingo de junio en menos de dos meses.
Lo que se puede decir es que de los tres participantes en el debate, la más cómica fue la señora X, Xóchitl Gálvez, pues a pesar de sus 60 años de edad parecía una chiquilla deseosa de participar y no asumió el papel de una candidata a la presidencia de la República.
Xóchitl se dedicó a atacar a Claudia Sheibaum y la candidata de Morena prácticamente la ignoró, ella se concretó a dar a conocer sus propuestas y provocó que la Señora X. se viera como una niña que solamente quería participar y llamar la atención y tuvo que recurrir a la mentira y las trilladas promesas de campaña, la falsedad y el nerviosismo terminaron por hundirla.
Pero vamos a ver que dice la Real Academia de la Lengua Española sobre la palabra “Debate”, (Dicho de dos o más personas: Discutir un tema con opiniones diferentes. Disputar, polemizar, contender, tratar, deliberar, controvertir, rivalizar).
Como lo puede leer no hay ningún signo que indique que habrá un ganador absoluto, cuando usted debate un asunto en familia, en la escuela o en el trabajo no hay un ganador, se toma la idea más buena y se pone en práctica.
Entonces para que salir y gritar a los cuatro vientos que ganaron el debate, Xóchitl Gálvez hasta una encuesta de Massive Caller sacó donde según los encuestados ella habría ganado el primer debate presidencial.
Xóchitl sólo quería llamar la atención, quería aprovechar la oportunidad de llegar a más público, porque todos o la mayoría de sus eventos son a puerta cerrada y con poca participación, no sabe cómo llegar al pueblo y con ello conseguir futuros votantes a su favor.
En cambio, Claudía Sheibaum se comportó a la altura, sus opiniones fueron certeras, centradas y sin ánimos de denostar a sus oponentes en el debate y se dio el lujo de menospreciar a la quien siempre la atacó llamándola como la candidata del Prian, ni siquiera la llamó por su nombre durante todo el debate.
Sheibaum, sabía a lo que iba y respondió a las preguntas de los moderadores Denise Merker Salmón y Manuel López San Martín y se dio el lujo de ignorar las constantes preguntas de Xóchitl Gálvez.
Se trataba de debatir sobre las preguntas de los moderadores, para eso los pusieron, sino que caso tendría que el Instituto Nacional Electoral (INE) los designara para discutir temas que interesan al país, en pocas palabras no era una pelea de perros.
Sobre Jorge Álvarez Maynez, hay poco que decir, su participación fue regular, desafortunadamente le ganó su novatez, no tuvo la frescura que debía tener un candidato joven, se dedicó a sonreír e intentó quedar bien con el público.
El candidato de Movimiento Ciudadano, llevó sus propuestas, no eran malas, simplemente que su partido no le alcanza para llegar a la multitud, por ello intento penetrar en el gusto del respetable, pero para ser sincero esta ávido de tener espacios tan grandes como el que les otorgó el INE para que pudieran llegar a más simpatizantes.
La meta de Álvarez Maynez no era ganar el debate, era poder llegar a los dudosos a quienes no saben por quién van a votar el próximo 2 de junio, porque los votos de Morena o los votos del PAN, PRI y PRD están más que definidos y no hay poder humano que pueda revertir esa tendencia.

Agustín C. Lozano D.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con especialidad en periodismo por la UANL, además tiene una Maestría en Educación Superior por el ICEST, con más de 40 años de experiencia en medios de comunicación donde se ha desempeñado desde reportero, editor, editor general, jefe de información, jefe de redacción y director editorial. Ha trabajado en Milenio Diario de Monterrey como editor en jefe, en El Mañana de Matamoros, como director editorial, en El Bravo de Matamoros, como director editorial y su último cargo fue como director editorial de la desaparecida Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex).

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