El riesgo suicida es la principal urgencia psiquiátrica en el mundo, y en México no se ha logrado reducir el suicidio, sino que ha aumentado.
En el mundo, el suicidio es un problema de salud mental que afecta más a los jóvenes y adolescentes. Cada 40 segundos se suicida una persona. En México, el 2022 cerró con un total de 8,237 suicidios mientras que en 2012 se registraron 5,549, de acuerdo con cifras sobre mortalidad del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). Las cifras muestran que en los últimos 10 años los fallecimientos por suicidio crecieron 50 por ciento.
Agrega que en 2021 se registraron 8,447 suicidios, en 2020 hubo siete mil 896 suicidios, 700 más con respecto a 2019 y mil más que en 2018.
Aunque hay más intentos de suicidio en mujeres, son de menos letalidad. En cambio, en hombres el porcentaje es altísimo: 81.6 por ciento de los intentos se comete. En hombres, el método más utilizado para morir por propia mano es el ahorcamiento, seguido del uso de un arma y el lanzamiento al vacío. Las mujeres utilizan más altas dosis de fármacos psiquiátricos o de otro tipo de medicamentos.
Esto se alinea con la prevalencia de padecimientos relacionados con la salud mental como la depresión, el estrés y la ansiedad producidas por bajas emocionales relacionadas con la familia, el nivel socioeconómico, el trabajo o la escuela.
De acuerdo con un reporte de la UNAM, en el 50% de los intentos de suicidio se identificaron causas como trastornos psicóticos, ataques de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal o la pérdida de estatus económico o del empleo.
Las cifras sobre mortalidad del Inegi también muestran que la población joven es la que enfrenta mayores riesgos de desarrollar padecimientos graves de salud mental. En 2022, el suicidio se ubicó entre las cinco principales causas de muerte en adolescentes y jóvenes, y en 2029 se calcula que será la segunda en la mortalidad juvenil.
Si no se realizan más estrategias de prevención, se espera que la prevalencia de suicidios continué al alza. De acuerdo con la OMS, algunos factores que aumentan el riesgo de suicidio en la población joven son:
- Consumo temprano de sustancia
- Acceso ilimitado a medios digitales y redes sociales
- Abuso sexual
- Abandono familiar
Imitación o contagio social - Acoso escolar
También tienen más riesgo de suicidio los hombres mayores de 45 años (sobre todo ancianos) que no tienen red de apoyo (son solteros o viudos), así como las personas que forman parte de la diversidad sexo genérica, distinta a la heterosexual. Además, se observa un mayor riesgo en las mujeres casadas con hijos que en las que no tienen estas características.
LOS OTROS RIESGOS
La depresión, relacionada con el riesgo suicida, es otro problema en los servicios de atención psiquiátrica. En el año 2000 se vaticinó que para 2020, año de inicio de la pandemia de la Covid-19, “iba a ser la segunda causa de discapacidad”.
La ansiedad, ligada a la depresión y al riesgo suicida, es otro trastorno mental frecuente. Hay personas que la padecen pero que, por la desinformación y el estigma sobre los trastornos mentales, tardan hasta 14 años en llegar a un servicio de psiquiatría.
Otra de las urgencias psiquiátricas más frecuentes son los pacientes en estado de intoxicación por consumo de sustancias psicoactivas.
En 50 por ciento de la población con intentos de suicidio, se presentaron causas como trastornos psicóticos, ataque de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal –como cáncer o insuficiencia renal (sobre todo pacientes que se dializan)– o la pérdida de estatus económico o del empleo durante la pandemia de la Covid-19.
Trastornos del sueño, pérdida del apetito y de la libido, crisis de ansiedad, “sensación de muerte inminente” o alteraciones en el estado de la conciencia son síntomas por los que se puede llegar a solicitar consulta a los servicios de urgencias.
