Apuntes desde el suelo 9 – Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

…Las mañaneras, el único reducto de la libertad de expresión…
…El INE “el metapoder”…
…El poder judicial conservador y de derecha…
…18 de marzo, la justa marcha por la defensa de la soberanía de México…

Las mañaneras, el único reducto de la libertad de expresión.

Hay un debate interminable y paradójico sobre el papel de los medios de comunicación en la construcción de las democracias, y esto tiene que ver con el poder que representan en la vida pública, pues aunque como bien dice Rafael Correa, ex presidente de Ecuador, “los medios no serían buenos negocios sin el poder que llegan a representar” (2), es decir, que como negocios privados, si fuese que sólo hicieran el papel de sólo comunicar e informar, que teóricamente es lo que les corresponde hacer, esto no representaría un buen negocio que les acarrearía buenos dividendos, el buen negocio, lo es, en la medida que los medios de comunicación comenzaron a influir en la opinión pública y pasaron de sólo informar y transmitir a formar opinión e influir en las decisiones de los ciudadanos, en esa macabra metamorfosis, no pudieron evitar estar tentados en tomar partido y principalmente con los que han detentado el poder, y esto por el contubernio que establecieron con el poder fáctico, que también cayó en la tentación de usar a los medios de comunicación para sus fines e intereses personales y sostener el poder público, y para ello, tuvieron que ceder parte del poder público, es ahí donde los medios de comunicación se convirtieron en “el cuarto poder”. Esta es la trágica condición humana de los medios de comunicación en el mundo.

Quien no recuerda como antes que se antepusiera a ese perverso maridaje entre los medios de comunicación y la clase política conservadora en México AMLO, los medios estaban en la plenitud del “pinche poder”, y los negocios con el poder público estaba a todo dar, el gobierno federal y de los estado suscribían onerosos (millonarios) contratos de “publicidad”, e incluso, la mayoría de los periodistas estaban en la nómina del estado formal e informalmente, y la labor periodista estaba al servicio del silencio del saqueo que hacían el relevo del relevo de la clase política, pues hubo un punto de inflexión cuando la vieja clase política sabía en mantener el equilibrio entre los intereses privados y los públicos, y seguidora del “filósofo” Layin, “robar poquito”(3), dio paso a un primer relevo de tecnócratas que pensaron que con sus ideas económicas aprendidas en Harvard insertarían a México a la modernidad y a las ligas mayorías de los países desarrollados, y lo único que hicieron con la oleada de privatizaciones fueron jugosos negocios para la pequeña élite económico y para ellos mismo, sin el más mínimo beneficio para el pueblo mexicano, después auparon a imberbes incondicionales, amantes, familiares, asistentes, etc., al poder público, y con ese relevo del relevo le dieron al traste a la dictadura perfecta, pues estos delincuentes de poca monta pensaron que “merecían, merecían, merecían,…abundancia”(4) y que este mantra los legitimaban a saquear las arcas públicas y que no traería consecuencias, la mayoría de esos gobernantes del relevo del relevo generacional de la clase política conservadora terminaron con procesos judiciales, y lo peor, cargaron con la derrota electoral del 2018 a manos del presidente Obrador.
Desde el primer minuto que perdieron el poder público la oposición a AMLO, las máscaras se cayeron y se presentaron como lo que siempre han sido, una misma cosa, la clase político y económica conservadora y de derecha se reagruparon alrededor del maltrecho “cuarto poder”, acostumbrado a ejercer poder e incluso a poner presidentes, como el caso del patético Peña Nieto, el presidente del Canal de las Estrellas, e iniciaron una permanente campaña mediática para como literalmente lo han dicho, “echar a AMLO de Palacio Nacional”, apostando todo al marketing mediático en lugar de competir presentando un proyecto alternativo de nación y aceptando la esencial agenda nacional que representa la 4ª T.

Ante ese asedio o cerco mediático de la otrora poderosas empresas de comunicación y financiada por la élite económica, inteligentemente el presidente Obrador construyó su propio medio de comunicación para informar y comunicar lo que el gobierno de la república está haciendo para transformar y sanear la vida pública de México, convirtiendo ese espacio mediático en el lugar donde se ejerce la libertad de expresión, e incluso, ha determinado los temas de la agenda nacional y de comunicación, rompiendo con eso el cerco mediático que le había y le ha impuesto los medios de comunicación privados. Ahí ha recibido a periodistas de todos los medios nacionales e internacionales, y en plena libertad de prensa han cuestionado y preguntado al presidente Obrador.

El INE “el metapoder”.

A parte de ser el último bastión de la oposición conservadora y retardataria a la necesaria 4ª ruptura pacífica histórica de México, y transitar de un sistema político con una cultura política de simulación y que normalizó e institucionalizó la corrupción, hacía una verdadera democracia y un sistema político honesto y eficiente capaz de resolver los graves problemas que auspició la clase conservadora a México que aún laceran la vida en sociedad de los mexicanos, el INE bajo el porfiriato del “líder de la nación chichimeca” (1) Lorenzo Córdoba, intenta erigirse en un Meta-Poder intocable y por encima de los legítimos poderes republicano.

Este despropósito que ha permitido la oposición política al presidente Obrador es el verdadero daño que se le hace a la democracia, pues por donde se le mire, no hay manera de justificar su rechazo a la reforma electoral, y ahora al “Plan B”, pues la verdad del tugurio de los excesos y privilegios en que se convirtió el INE no tiene nada que ver con un atentado a la democracia como lo intenta hacer ver la oposición al presidente Obrador, Lorenzo Córdoba y sus compinches se deben ir, y debe terminar la corruptela en el INE, y dejar de mentir que “el Plan B” es un atentado a la democracia, pues el peor atentado que se está haciendo a la democracia es convertir al INE en el último baluarte partidista de la oposición a AMLO.

México es otro, y esto lo debe entender la oposición, y que más que decir, ¡el INE no se toca!, tenemos que decir, ¡fuera las manos de la oposición del INE!, ¡fuera la política del INE!..

Hagamos un árbitro imparcial, Lorenzo Córdoba y sus secuaces formaron parte de la época del oscurantismo del pasado que tanto daño ha hecho a México, no tienen la calidad moral para hablar de democracia y mucho menos para erigirse en baluarte de la democracia.

El poder judicial conservador y de derecha.

La separación de poderes en México era un mito, puesto que el poder presidencial los acotaba y determinaba, e incluso, tenía el poder de determina a sus directivos y someterles la agenda que le conviniese. No se movía nada si no es que el poder presidencial lo determinara, y los otros poderes, el legislativo y el judicial, era acólitos y comparsa que legitimaban el poder presidencial.

A partir de la llegada del presidente Obrador, los reacomodos políticos, las formas y los fondos de hacer política han cambiado, y como nunca la libertad de expresión, la división de poderes, y la participación ciudadana son una realidad, aunque lamentablemente la libertad ha sido utilizada por la oposición y los principales consorcios de comunicación al libertinaje y a hacer un permanente guerra sucia contra el ejecutivo, mintiendo, tergiversando, falaciando, y practicando una “guerra de terror”, aunque la realidad una y otra vez les ha escupido a la cara, pues el trabajo eficiente de gobierno y el comportamiento probo y coherente del presidente obrador hablan y muestran un verdadero cambio en la forma de hacer política como nunca ha existido en México.

Y la forma de someter a los demás poderes el conservadurismo prianista era corrompiéndolos, dándoles canonjías, cotos de poder, que hacían que esos espacios de poder, el judicial, el legislativo y le mediático, era auténticos paraísos de impunidad y privilegios, una buena parte de las arcas públicas era dirigidas a mantener contentos y serviles a los representantes de esos poderes.

La simulación que hacen la ministra presidenta Norma Lucia Piña Hernández de autonomía no es producto de un comportamiento permanente y de siempre del poder judicial, lo es, y eso es lo enfermizo e insano para la democracia porque la llegada del presidente Obrador vino a trastocar los intereses y sus paraísos económicos en que habían convertido los tribunales de “impartición de justicia”, si no hubiera sido así, seguro los rezagos inmensos en los juicios, el contubernio con el poder económico e incluso delincuencial no fuera parte del sello personal del poder judicial y sus representantes, por eso cuando uno sabe cómo el poder judicial, el poder legislativo y el poder mediático, eran cómplices activos y pasivos del deterioro de nuestras instituciones públicas y del estado mexicano, ahora cuando se habré la puerta a una verdadera democracia en lugar de retomar sus verdadera función el poder judicial de impartir justicia de forma imparcial y expedita, lo que vemos cómo ha tomado partido por los temas principales de la oposición, y ser una ala facciosa del conservadurismo y la derecha.

Dista mucho que el poder judicial asuma su parte en esta 4ª transformación pacífica de México hacia estadios democráticos consolidados y un sistema político transparente y honesto, que tenga como principal encomienda resolver los graves problemas que vive la sociedad mexicana, principalmente la violencia y la falta de justicia, en lugar de eso, vemos cómo se conducen la mayoría de los miembros del poder judicial, como el magistrado federal Manuel del Alba, quien asume un activismo antigubernamental impropio de un miembro del poder judicial, proclive a la ultraderecha y admirador de VOX, la extrema derecha española, falta que publique en sus redes “viva Franco”, obviando que así como la persona que compite por ser ejecutivo de un gobierno, desde el momento en que la voluntad popular lo aprueba, éste está obligado a gobernar para todos, y desde ese momento no puede ni debe tomar partido ni emitir preferencias políticos, y de esta máxima no se salva los miembros del poder judicial, pues su posición y responsabilidad cuenta y tiene peso de formar opinión.

Creo que el poder judicial necesita renovarse a fondo, y principalmente, moralizarse, pues este comportamiento faccioso y partidista es inaceptable.

18 de marzo, la justa marcha por la defensa de la soberanía de México.

Es innegable que hay una polarización entre fuerzas políticas, pero no es así entre los mexicanos, pues la mayoría de los mexicanos aprobamos y apoyamos la lucha del presidente Obrador por transformar la política, regenerar el poder, y erradicar para siempre la cultura de la simulación y la corrupción que tanto daño ha causado a México.

Ser obradorista no significa ser partidista, significa que vemos en el presidente Obrador un buen presidente que por primera vez tiene como principio ético y político la justicia social, la moralización de la política, y el humanismo fraterno, además que vemos como las fuerzas reaccionarias que se creyeron dueños de México no les importa resolver los graves problemas que aún vive México, es más, se alimentan del deseo que le vaya mal al presidente Obrador con tal de confirmar su mundo fatal que intentan vender a México, por eso los vemos cómo están al acecho del más mínimo error que consideren pueda ser el titular de sus principales medios de comunicación, como el absurdos que “un peso fuerte es mal para la economía”, si fuese así, los EEUU ya estaría arruinado por la fortaleza que ha tenido el dólar, y que les importa más buscar el poder a costa de lo que sea, aun mintiendo y tratando de engañar.

La marcha que hizo hace poco la oposición es innegable que movilizaron a sus huestes exitosamente, pero hay una gran diferencia, en convocar para defender a los pillos del INE, y mentir que la democracia está en peligro, que convocar como lo ha hecho el presidente Obrador, para que este 18 de marzo nos reunamos los mexicanos para defender nuestra soberanía nacional. Esta diferencia es fundamental darnos cuenta, principalmente la oposición, pues mientras el presidente Obrador lucha y representa un verdadero cambio de mentalidad y de cultura, la oposición sigue defendiendo lo indefendible, sin un proyecto alternativo de nación, y lo peor, sin una renovación de liderazgos que ha permitido que hasta la esquizoide Lilly Téllez pueda aspirar a ser su candidata en el 2024. Si no rectifica, descanse en paz esa clase de oposición.
(1) https://www.youtube.com/watch?v=9aT8wJSc2bA
(2) https://www.youtube.com/watch?v=pflZSmJ4YJA
(3) https://www.youtube.com/watch?v=Zgtzo76I1uA
(4) https://www.youtube.com/watch?v=v-hGsxU71iw

Marzo de 2023

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *