POR ROBERTO GUILLEN
Como si estuviéramos en los tétricos tiempos de Gutiérrez Barrios y su temida Dirección Federal de Seguridad, el gobierno de Samuel García, ya registra señales de un ominoso fascismo. Si antes la película negra era Las Muertas de Juárez, tal parece que ahora el siniestro largometraje nacional lleva por título Las Desaparecidas de Monterrey.
Con ello se han desencadenado una serie de protestas por parte del feminismo regiomontano, teniendo en Jennifer Aguayo, un liderazgo que en días pasados padeció una golpiza a manos de los policías estatales y en las mismas instalaciones del palacio de gobierno, es decir, entonces dónde está el discurso de Samuel García y su pretendida preocupación social por las mujeres.
O sea, o sea, todo ha quedado en el efectismo de un eslogan pegajoso. Una tras otra, el joven gobernador tan solo termina por demostrar que tan solo se trata de un gobierno que sigue al pie de la letra un guion meramente marketinezco.
Y el evento que ha encendido las alarmas – aparte del funcionario Fasci y sus escandalosas “fallas masivas” – es la detención y amedrentamiento que padeció el monero de Milenio, Luis el Cartoon Pérez, quien el pasado 14 de abril publicó un cartón donde aparece Samuel García con el gestus de un besucón frente al hoy encarcelado Bronco. Tal parece que la caricatura nomás no le gustó al joven gobernador, a tal grado, nos comenta el monero Chava, que al domicilio del Cartoon Pérez llegaron al más puro estilo kafkiano unos gendarmes de fosfolandia para mostrarle su molestia por ese cartón.
Y ahora quién sigue?, pregunta este periodista iconoclasta, quien ha hecho de El Cafelito, su oficina para Escribir sus artículos y reportajes. Cuando gusten, ahí me pueden encontrar. Nuestra solidaridad para Luis el Cartoon Pérez. Y esperemos que ya no se repitan estos bochornos, que nos trasladan con las intermitentes escandalinas de un gobernador jalisciense.
