Parte la incansable y trascendente Doña Rosario ¡Siempre Presente!

Raúl A. Rubio Cano

Se nos fue físicamente Rosario Ibarra de Piedra, la Doña de doñas, la incansable, que a sus 95 años, no dejaba de buscar a su hijo, Jesús Piedra Ibarra, “Chuy Piedra”, como lo conocimos en las luchas universitarias, populares y guerrilleras de los años setentas del siglo pasado.

Se va Doña Rosario, pero quedará para la eternidad su ejemplo, su obra; partió ayer 16 de Abril, y el próximo 19 de Abril, se cumplirán 48 años del secuestro de su hijo por la policía judicial del Estado de Nuevo León de ese entonces (1974) y demás cuerpos represivos del Estado oligárquico de esos años convulsos, donde una juventud empeñosa, estudiosa y audaz, buscábamos cambiar el país, y sólo encontramos la brutal represión y, tal vez por eso, ante su avanzada edad, fue el “Click” que se formó en Doña Rosario, para partir al encuentro definitivo de su hijo Jesús.

El amor de madre de Doña Rosario, la volvió incansable, auténtica y moralmente un personaje sin par para no solamente indagar sobre el paradero de su hijo, sino su ejemplo fue la poderosa locomotora para que en todo el país surgieran “otras Doñas” y se lanzaran a buscar a sus hijos desaparecidos en México. “Comité Eureka” se le conocería a su organización que originalmente, llevó el nombre de Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos. Bajo la consigna de: “¡Vivos se los llevaron; vivos los queremos”, la iniciativa de Doña Rosario, se convirtió así en un organismo en Defensa de los Derechos Humanos y abrió toda una Revolución de Conciencias, formas orgánicas y reformas constitucionales acerca de ello.

Los desaparecidos empezaron a aparecer, unos vivos y otros muertos, unos en cárceles clandestinas del mal gobierno, de policías y Ejército; otros en el extranjero y, sus familias volvieron a saber de ellos; la obra de Doña Rosario no se detenía y por ello, consideró hasta ser candidata a la Presidencia en los años 1982 y 1988. Toda una epopeya de auténtico feminismo desató el actuar de Rosario para buscar la participación femenina en el gobierno, después de 30 años que la mujer había logrado el voto, podía votar, pero no ser votada. La acción de Rosario desató una nueva conformación de los partidos políticos en cuanto a la participación femenina y hasta de los gobiernos en sus tres niveles. La mujer estaba indetenible, buscando en la indagatoria de su hijo, llegó a la construcción de un nuevo mundo para ese 50 por ciento de la población del país, que son las mujeres, a veces hasta son más de ello.

Odio de la oligarquía Regia a Rosario…

Mientras que en todo el país ayer se hablaba de las bondades, de los éxitos, de la trascendencia de la obra de 48 años de Doña Rosario, el silencio mediático en Nuevo León ha sido evidente. Primero porque los medios no tienen conciencia para entender y valorar el papel revolucionario de Rosario en materia de Derechos Humanos y mucho menos, el de comprender el feminismo real. Segundo, la oligarquía no le perdona ni a ella, ni a su hijo, la participación de Jesús, en el intento de secuestro y muerte por comando guerrillero del patriarca empresarial regiomontano, Eugenio Garza Sada, Tercero, imperdonable también, para ésta oligarquía el proceso de socialización que se generó en la búsqueda de Jesús por su madre en materia de lucha por los Derechos Humanos y en sí, por la construcción de la dignidad y trascendencia de las mujeres en una sociedad consagrada a la explotación del trabajo humano, de la Naturaleza y por supuesto, de la denigración cultural del ser femenino.

Los dueños del Gran Capital de la oligarquía Regia, odian y maldicen la obra de Rosario y su ejército insurgente de Doñas, porque sencillamente, con su actuar han evidenciado la barbarie que tienen para mancillar hombres, mujeres y Naturaleza. Sacar de bandera la Defensa de los Derechos Humanos y un Feminismo Real, los ha llevado al desquiciamiento total y hasta obviamente ¿por qué no? el apadrinar el día de ayer, acto para alterar el orden en el sepelio de Doña Rosario. El odio es mayúsculo sobre ella de esa bola de pillos del agua, la tierra, el suelo, etcétera…

No les fue suficiente observar los miles y miles de mensajes, tal vez ya millones de ellos, en las Redes Sociales más diversas y otros medios, para reconocer un auténtico aprecio a la obra de Doña Rosario, de mensajes de amor a su familia, de solidaridad por lo sucedido, de reflexiones profundas a la obra trascendental de Rosario y sus Doñas, para que un caso patético de periodismo como lo es, Juan Zedillo, llegara a la funeraria ayer por la tarde y se empecinara en tomar fotos al cadáver de Doña Rosario en su féretro, cuando la familia de ella había pedido a los medios presentes que tales acciones no se hiciera, lo cual desató cierto alboroto y la intervención de los cuerpos de seguridad de la Funeraria Hernández, para apaciguar al deleznable Zedillo.

El problema fundamental no eran las fotos en último término, sino que Zedillo (como ya se le conoce como verdadero provocador desde hace años, de leyenda negra urbana y de actos de evidente espionaje, insultos a pueblos hermanos y servicios imperiales en último término), buscaba alterar el orden del sepelio, y más aún, armar escándalo nacional ante Rosario Piedra (Hija) hoy titular a la CNDH.

Así son de ruines esta oligarquía y sus malditos agentes, que sólo les interesa la perversa valorización de sus capitales y los de sus socios extranjeros, pero, ya no les quedó otra, porque ahora tenemos una Cuarta Transformación, una Revolución de las Conciencias y en sí, un gobierno del Pueblo, para el Pueblo y con el Pueblo y donde Rosario Ibarra de Piedra y su hijo Jesús Piedra Ibarra, han puesto lo mejor de ello –sus vidas- para colaborar en hacer posible tan magna transformación del país; hoy México, hasta es un ejemplo mundial ¡Viva Doña Rosario! ¡Por Siempre! ¡Venceremos!

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