La oposición a AMLO: Los verdaderos reyes de la simulación, la mentira y el montaje

El libro“el rey del cash” es otro montaje de la guerra sucia mediática contra AMLO.

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

No deja de ser patético que desde el primer minuto que pierden el poder el conservadurismo (la clase política prianista, el poder económico y mediático) ante Andrés Manuel López Obrador, se lanzan en una guerra sucia mediática, y una pobre oposición de nimiedades, bulos, ad hominem, montajes, desinformación, campaña de miedo, gritos, estrategias fascistas goebbelianas de repetir una mentira hasta tratar de convertirla en una verdad, libros sin comprobaciones llenos de especulaciones y afirmaciones personales, etc., olvidándose de lo más principal en política que es hacer política desde la propuesta y las ideas, presentando un proyecto de país alternativo que compita con el proyecto obradorista.

Esta patética historia del comportamiento de la oposición a AMLO se constata a lo largo de los 4 años del gobierno del presidente Obrador, al observar los temas que han usado para desacreditar y competirle a AMLO, el avión, presidencial, la línea 12 del metro de la ciudad de México, el lamentable asesinato de la niña Fátima, las muertes por la pandemia del coronavirus, las muertes por los enfrentamientos de bandas contrarias delincuenciales, los gritos y las majaderías de Lilly Téllez y Rabadán, y ahora la narrativa del libro “el rey del Cash”, entre otra infinidad de temas que han utilizado para hacer pseudo “política”, o mejor dicho, “grilla”. Y nada de propuestas, ideas, sugerencias o solidaridad que aluden a un proyecto de nación o idea de sociedad que les de identidad y les haga competir contra el proyecto de país que defiende el presidente Obrador.

Es execrable ver que las primeras columnas de los medios de comunicación tanto impresos como virtuales, el pago que hacen en las redes sociales, tiene que ver con injurias, groserías, gritos, etc., últimamente tratando de hacer a Lille Téllez una líder: que le gritó al secretario de gobernación, al senador Narro, sus lindezas, clasismo, o desplantes, y como están metidos en las estrategias fascistas goebbelianas piensan que pueden hacer de la personas que se la pasa gritando simplezas y nimiedades una alternativa a la falta de liderazgos de la oposición política a AMLO, y con ello subestiman al pueblo mexicano, tratándolo como si no pensara, pero la realidad les ha escupido a la cara una y otra vez, pues el pueblo de México despertó y está consciente que en sus manos está la verdad y el poder público, por eso sigue apoyando al gobierno del presidente Obrador, por los hechos y nos las palabras, y sabe que los problemas que causaron esos gobiernos corruptos prianistas son de tal calado que requieren un proceso largo y de suma de voluntades para zanjarlos y resolverlos, y sabe que los problemas de México no se crearon por generación espontánea en estos 4 años del gobierno obradorista; sabe la diferencia entre la comprobada casa blanca de Peña Nieto y el supuesto arrendamiento de la casa gris del hijo del presidente Obrador, sabe que si bien la migración de chapulines al obradorismo trajo también la migración de viejas prácticas nocivas para México, pero esto no se compara con la corrupción institucionalizada en los gobiernos prianistas, haciendo del dicho popular “el que no tranza no avanza” un principio pseudomoral.

Tan insaciable es el deseo de regresar al “pinche poder” que son incansables, pasan de un trivial tema a otro en cuestión de segundos, todos los días, a todas horas, en todos los medios de comunicación que tienen a su alcance, en las redes sociales, y sus “comunicadores” y voceros siguen al pie de la letra las indicaciones de la guerra sucia contra el presidente Obrador, si AMLO se sentó cruzado las manos ante el presidente Biden, y no habla Inglés, es motivo de crítica y mofa, tratando de hacer el mayor daño posible, sin preguntarse, cómo lo dijo algún inteligente comentador que no recuerdo su nombre por el momento, “por qué no se le exige a Biden que hable español”, etc., y los pseudos opositores como Ricardo Anaya regañando a AMLO por su política energética, diciendo que “el petróleo ya es obsoleto, que estamos entrando a la época de los coches eléctricos”,  y de golpe y porrazo vemos que los precios del petróleo suben y el tema de las energías fósiles se vuelve imprescindible para el mundo con la guerra de Ucrania, y  que Alemania regresa al uso del carbón por el corte que le hace Rusia al suministro de petróleo y gas, ¿dónde quedó la era de los coches eléctricos que pregonaba con tanta alegría Anaya?, pero aunque queden en ridículos y la realidad les escupa a la cara son tan cínicos que van hacia otra mentira para continuar la guerra sucia mediática contra el presidente Obrador.

Alazraqui, Loret de Mola, Aristegui, José Cárdenas, Brozo, Dorigan, etc, además de una pléyade de “intelectuales” de tertulias televisivas y virtuales, se filtra su tendencia y orden editorial, “todos contra AMLO”, así que el presidente Obrador construyó su propio espacio de comunicación “las mañaneras” con que determina los temas de la agenda nacional quiéralo o no, y no han podido cambiar la opinión del pueblo de México respecto del gobierno del presidente Obrador, y su aceptación rebasa el 50% de popularidad, siendo uno de los gobernantes a nivel mundial mejor valorado.

Esta locura de la guerra sucia contra AMLO ha llegado al paroxismo ahora con la mega publicidad y cobertura que le están haciendo al libro “El rey de Cash”, para insistir que el gobierno del presidente Obrador y el mismo presidente AMLO son igual e incluso lo ponen como peor que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, y Peña, a estos intentan hacerlos unos ladrones de poca monta, aunque hayan arrasado los erarios públicos y sumido a México en una crisis pública de desigualdades, pobreza y violencia que aun vivimos, ridículamente tratan de hacer percibir a AMLO como el monstruo de monstruo, y cuando lees el mega-publicitado libro, que ojalá fuese un libro bien documentado y mostrando pruebas contundentes, encontramos sólo que es un libro descriptivo y que tenemos que creerle dogmáticamente, porque así lo reafirma en su prólogo Anabel Hernández, pero más allá de ser un libro que hace poco cayó en mis manos, y al leerlo pense encontrar pruebas contundentes, lo que destaco es la perversión de esa oposición a AMLO, que claro está financiada por el poder económico, y no dudo que debió haber jugosas ganancias a la autora y a la prologuista mucho antes de las propias de sus venta, el libro está escrito tendenciosamente en un estilo novelesco, pensando en la proclividad a los culebrones tele novelesco de los mexicanos,  apuntando a una narrativa que se desliza en primera persona a terceras personas, y que apunta a despertar el morbo para tener el efecto deseado, al final de cuenta, como están acostumbrados los medios de comunicación a hacer política y formar opinión en lugar de informar, intentan hacer de la basura a consagrados escritores, líderes y “verdades”, por eso no dudan en presentar el libro “el rey del cash” como una prueba contundente que tienen para demostrar que AMLO es igual que el pasado, en lugar de hacer un análisis imparcial y exigiendo pruebas contundentes a la autora y prologuista.

Pero como bien lo dice el español Pablo Iglesias (ex dirigente de Podemos), “los medios de comunicación incluso ejercen el poder de inducir lo que consumimos y leemos”, a quién publicarle y hacer un intelectual y consagrado escritor, y como el caso que trato, de hacer de un libro de puras suposiciones, a un libro de verdades para hacer una revolución. Pero aguas oposición ingenua, si ni siquiera los hackeos que hizo la CIA a los ejércitos de izquierda en Latinoamérica no demostraron nada ilegal, este “librucho” quedará como parte de la basura de la historia de México, como muchas otras cosas más que la pobre oposición ha hecho en su esquizoide y perversa guerra sucia contra AMLO.

Estoy consciente que el presidente Obrador no podrá hacer muchas cosas para consolidar la 4ªT. pacífica de México, y mucho se lo debemos al actuar apátrida y enferma de la oposición, y también a la horda de migraciones de esa clase política al obradorismo, y principalmente, a esa guerra sin sentido sucia mediática contra el presidente Obrador.

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