Por Alejandro Rojas
Senador
Iniciamos el Año Nuevo en Morena regalando candidaturas a los tránsfugas recién llegados y festejando la degradación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al colocar a una ministra incondicional, con lealtad ciega y sumisa al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y no a la Constitución.
Lo más terrible es atestiguar las masacres que siguen ahogando a México en un infernal baño de sangre, enmarcado con la creciente militarización del país.
Es decir, todo lo contrario a lo que ofrecimos en 2018.