22 de Mayo, Día Internacional de la Diversidad Biológica

Se celebra para hacer consciencia sobre el significado y el valor de la diversidad biológica, tanto especies como ecosistemas, en la vida humana y, al mismo tiempo, destacar la responsabilidad que tenemos todas las personas para salvaguardar esos ecosistemas.

La Organización de las Nacionales Unidas añadió la diversidad biológica como parte de las observancias de la ONU a partir de 1994, y desde el 2001 declaró el 22 de mayo como el día para esta celebración en conmemoración de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, en 1992.

Las conmemoraciones a nivel mundial toman cada vez más importancia, pues su fin es generar conocimiento sobre la salvaguarda de flora, fauna, recursos naturales, y ecosistemas en general para tratarlos en forma sostenible a fin de asegurar un entorno saludable para las siguientes generaciones.

Se entiende por biodiversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie -por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado-, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, desiertos, campos agrarios,…) que albergan múltiples interacciones entre sus miembros (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo…)

Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3 000 millones de personas. Más del 80% de la dieta humana está basada en plantas y, aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales obtenidos de la vegetación de su entorno.

Los bosques, amenazados por la deforestación, así como otros ecosistemas, son de vital importancia para sustentar la vida en la Tierra y juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático.

La salud de nuestro planeta también juega un papel importante en la aparición de enfermedades transmisibles entre animales y humanos. A medida que continuamos invadiendo ecosistemas frágiles, nos ponemos en contacto cada vez mayor con la fauna silvestre, lo que permite que los patógenos de la vida silvestre se extiendan al ganado y a los humanos.

LA BIODIVERSIDAD EN MÉXICO

México es uno de los cinco países megadiversos del mundo. Su territorio alberga fauna y flora de dos regiones biogeográficas (neártica y neotropical). Es un país tropical montañoso con un elevado número de endemismos, y presenta ambientes marinos templados en el Pacífico y tropicales en el Golfo de México y Caribe, todo lo cual significa que nuestro territorio es privilegiado en cuanto a la variedad de ecosistemas y variación genética en las especies. Asimismo, el país concentra entre 10 y 15% de las especies terrestres en sólo 1.3% de la superficie ambiental.

México ha ocupado el primer lugar mundial en cuanto al número de especies de reptiles (717), el cuarto lugar en anfibios (295), el segundo lugar en mamíferos (500), el undécimo en aves (1 150) y posiblemente el cuarto lugar en angiospermas (plantas con flores), que se calcula en cerca de 25 mil especies.

Existen diversas acciones que pueden reducir el impacto humano y que pueden reducir la pérdida de biodiversidad en las tierras áridas y subhúmedas. Entre éstas, destacan las siguientes:

  • Reducir el sobrepastoreo en ecosistemas frágiles.
  • Reducir los contaminantes producto de la agricultura intensiva
  • Reducir la tase de conversión de pastizales y savanas a zonas agrícolas y de asentamientos humanos.
  • Controlar la introducción de especies exóticas invasoras en estos ecosistemas.

ES BUENO SABER QUE:

  • Alrededor de 1 millón de especies animales y plantas están en peligro de extinción y que muchas podrían desaparecer en tan solo una década.
  • Existen pruebas de que al perder nuestra biodiversidad podrían aumentar los casos de zoonosis, es decir, enfermedades transmitidas por los animales a los humanos.
  • Los murciélagos juegan un papel importante en los ecosistemas al ser polinizadores nocturnos y depredadores de insectos; sin embargo, a causa de las actividades humanas, los virus asociados a estos quirópteros surgieron ante la pérdida de su hábitat ocasionada por la deforestación y la expansión agrícola.
  • La actividad humana ha alterado el medio ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66%.

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