16 de Octubre, Día Mundial de la Alimentación

Se celebra desde 1979, promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el claro objetivo de disminuir el hambre en el mundo, propósito que también busca la Agenda 2030 con su meta de hambre cero.

El agua es esencial para la vida en la Tierra, ya que constituye más del 50% de nuestros cuerpos y cubre aproximadamente el 71% de la superficie del planeta. Sin embargo, solo el 2,5% de esta agua es dulce y adecuada para beber, la agricultura y la mayoría de los usos industriales. El agua es crucial para las personas, las economías y la naturaleza, además de ser fundamental para nuestra alimentación. Lamentablemente, el agua dulce no es un recurso infinito.

Factores como el crecimiento de la población, la urbanización, el desarrollo económico y el cambio climático están poniendo una presión cada vez mayor sobre los recursos hídricos del planeta. En las últimas décadas, la cantidad de agua dulce disponible por persona ha disminuido en un 20%, y la calidad del agua también se está deteriorando.

Es hora de gestionar el agua de manera responsable. Se deben producir alimentos y otros productos agrícolas esenciales utilizando menos agua, al tiempo que garantizamos una distribución equitativa del recurso y preservamos nuestros sistemas alimentarios acuáticos.

Según los datos de la misma FAO, se estima que más de 670 millones de adultos y 120 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos y más de 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso. Esto se debe principalmente a un cambio en la dieta de las personas, sobre todo de aquellas que residen en las ciudades. En el mismo espacio más de 800 millones de personas padecen hambre y una de cada 3 mujeres en edad reproductiva sufre anemia.

Las cifras de la FAO apuntan que tan sólo en 2022, 4.8 de los 126 millones de mexicanos, no han comido lo suficiente y no tienen hábitos para realizar la ingesta recomendada de nutrientes a lo largo del día. Además, indica que el 3.7 % del total de la población mexicana padece inseguridad alimentaria a un nivel severo.

Del mismo modo, 3 mil 100 millones de personas en el mundo no alcanzan a entrar entre los parámetros de dietas saludables debido a los índices de pobreza y desigualdad en los que viven, sin acceso a alimentación balanceada.

El estudio de la FAO demuestra que en los últimos años la comida rápida ha desplazado en gran medida a la comida del hogar y no solo eso, también ha sustituido ingredientes importantes como frutas y verduras, por harina, azúcar, grasas y sal.

Esta realidad, sumada al sedentarismo propio de las profesiones disponibles en las grandes ciudades ha traído como consecuencia que la mala alimentación sea la principal causa de muerte y discapacidad en la actualidad.

Pero, el problema del cambio de dieta no solo afecta la salud del ser humano, también está trayendo graves consecuencias al medio ambiente.

A lo largo de la historia el hombre se ha alimentado de 6000 plantas aproximadamente, pero el cambio en los hábitos alimenticios sumado a la prioridad que tienen los cereales en el mercado actual, ha reducido la biodiversidad de plantas logrando que solo 9 ya representen el 66% de la producción total de cultivos en todo el planeta.

Todos los años se defienden a animales en peligro de extinción, pero la dieta de los países ha erradicado de la faz de la tierra una amplia cantidad de plantas que al no ser cultivadas y tratadas como malas hierbas, simplemente dejaron de existir.

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