Por huggo romerom™
La mayoría de la gente dice que soñar despierto es perder el tiempo.
Que la vida real no es como la imaginas.
Que deberías conformarte.
Que eso que tanto deseas “nunca va a pasar”.
¿Y sabes qué? Tienen razón… para ellos.
Para ellos, que piensan en pagos quincenales, que respiran con miedo, que coleccionan domingos como trofeos de sobrevivencia.
Para ellos que creen que visualizar es aferrarse.
Para ellos que caminan hacia el mismo lunes cada semana, con el alma hipotecada.
Pero tú no.
Tú no estás aferrado: estás proyectado.
Estás mirando más allá de lo que se ve.
Porque lo que no se ve, se intuye. Se desea. Se programa.
Y todo lo que se programa, se manifiesta.
Piénsalo: si no imaginas nada, no llega nada.
Si te aferras al presente como si fuera oro, te vas a oxidar con él.
Porque el presente es tan fugaz que se convierte en pasado antes de que termines de leer este artículo.
El que solo vive en el presente, vive atrapado.
En cambio, el que visualiza el futuro, ya está en movimiento.
No es magia.
Es física cuántica del alma.
Es energía mental bien dirigida.
Es la ley brutal de los soñadores de raza: imagino, luego existo.
El visionario no necesita saber “cómo” va a llegar.
Ya está ahí, aunque aún no lo toque.
Lo ve, lo siente, lo repite, lo sueña, lo convierte en mantra.
Y aunque lo llamen loco, terco o iluso, él lo llama su realidad futura.
Porque quien ve claro el destino, ya no necesita mapa.
Y no se trata de vivir en la nube.
Se trata de construir el rascacielos desde la mente.
De entender que si tu presente es solo un punto de partida, cada día es una escalera.
Y que la obsesión no está en tener: está en seguir soñando.
¿Quieres vivir sin estrés? Visualiza.
¿Quieres paz? Sueña con lo que viene, no con lo que perdiste.
¿Quieres prosperidad? Deja de mirar la cuenta y empieza a contar ideas.
¿Quieres un presente eterno? Entonces no te detengas a abrazarlo: úsalo como trampolín.
Hoy es festivo para quienes creen en el calendario.
Para ti es martes de creación.
Miércoles de estrategia.
Jueves de conquista.
Viernes de inspiración.
Y sí, también domingo de visión.
Porque cuando vives conectado con lo que sueñas, todos los días son uno solo: el que te acerca a tu destino.
Así que la próxima vez que alguien te diga que “eso que sueñas no va a pasar”…
Sonríe.
Ellos ven un muro.
Tú ya estás construyendo la puerta.
Jamás esta frase ha sido más concluyente…
Jaque Mate.
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