Los rijosos y revoltosos dejaron de ser los otrora dirigentes sociales, los que lucharon por los derechos de los trabajadores durante décadas.
Ahora esos rijosos y revoltosos son los “trabajadores” del poder judicial, que mantienen bloqueados los accesos a la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Antes los activistas luchaban por esos derechos universales del hombre: justicia, mejores salarios, educación y salud, pero estos”trabajadores” luchan por mantener sus privilegios.
En voz de Oscar Alonso Yáñez, coordinador administrativo del Poder Judicial, los plantones y protestas seguirán contra la reforma judicial.
Las protestas no están fundamentadas porque carecen de argumentos: primero porque la reforma no ataca ningún determinado laboral.
Todos los trabajadores, esos sí auténticos trabajadores del poder judicial no perderán ningún derecho.
Incluso los ministros, magistrados y jueces no perderán tampoco ningún derecho, porque ellos se podrán presentar a las elecciones.
Las protestas de los rijosos y revoltosos del poder judicial y sus aliados del prian con Claudio C González, el verdadero peligro para la democracia de México, se fundan en que no quieren perder privilegios.
Estos señores del poder judicial están a favor del tráfico de influencias, de la corrupción y de que el presidente siga imponiendo a los ministros como lo hicieron Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Son los mismos que se oponen a a que las sentencias sean dictadas en un plazo de 6 meses porque prefieren liberar delincuentes.
Incluso, estos revoltosos de la derecha amenazan con impedir la toma de protesta de la presidenta, Claudia Sheinbaum.
Esos rijosos del poder judicial son los mismos que se oponen al pueblo que el 2 de junio se manifestó para reformar el poder judicial por corrupto.
Son los que no respetan la voluntad del pueblo y sobre todo de la inmensa mayoría de la población le dio a los partidos Morena, PT y Verde 256 diputados de mayoría contra apenas 44 del PRI, PAN y MC.
