El desafío humanitario de la migración global consiste en eliminar primero, en la medida de lo posible, las causas que generan este fenómeno, sostuvo el doctor Rubén Zardoya Loureada.
El director académico de la Universidad Emiliano Zapata (UNEZ), aseveró que la gente rara vez emigra porque le gusta el ‘color del cielo’ de otro país.
“Emigra por cuestiones de pobreza, violencia, desempleo, falta de desarrollo y frustraciones al no cumplirse sus expectativas de vida”, dijo ante más de un centenar de militante del Partido del Trabajo.

El ex Rector de la Universidad de La Habana, Cuba, participó como ponente de la conferencia “La Migración Global: Desafíos Humanitarios y Políticas de Integración”.
Recalcó que una vez migrante, el gran desafío es que se integren a la sociedad de acogida de manera plena, en condiciones de igualdad, con respeto a todos sus valores y derechos humanos fundamentales.
“La cuestión es lograr integrarse sin que sean ciudadanos de ‘segunda’, porque a veces ni llegan a ser ciudadanos”, cuestionó el doctor en ciencias filosóficas por la Universidad de Rostov, Rusia.

Rubén Zardoya Loureada planteó respetar su libertad humana, minimizar los riesgos de vida y potenciar el desarrollo que representan, al reconocer que hay avances por parte de los gobiernos a través de la ONU y de la OEA, para lograr una migración ordenada, regularizada e incluso planificada.
“Pero hay muchos obstáculos que se alzan entre los países y los migrantes suelen ser víctimas de todo tipo de violaciones, en particular de la violencia del secuestro, del maltrato del crimen organizado y de las propias autoridades de los países”, comentó.
Criticó que por lo general se les tiene en espacios amontonados en condiciones inhumanas y que Donald Trump ha potenciado todos los aspectos negativos y ha generado que muchas conquistas para acoger migrantes en los E.U. se reviertan e incluso para retornar.
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