“En psicología la zona de confort se refiere a un estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, utilizando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo”
Cuando has pasado mucho tiempo de tu vida “platicando” con alguien ‘igual a ti, que vive de ti y de lo que le cuentas’, es casi imposible que no veas en cada persona que te rodea un ‘individuo con problemas’ y lo etiquetas con algún trauma o algo en lo que está mal, y no es así, simplemente estas reflejándote y repitiendo lo que ha sembrado en ti ese alguien con quien platicas.
Alguien me dijo “sal de tu zona de confort” y me quede pensando. Yo estaría en una zona de confort si no hubiese renunciado al sueño mexicano de trabajar toda mi vida en una paraestatal como Petróleos Mexicanos, donde por ser hijo de un trabajador petrolero tenías asegurado “el porvenir”, estaría en zona de confort si estuviese en una empresa con un sueldo y prestaciones seguras, pero con la rutina por compañera de vida, estaría en zona de confort si me dedicara con mi profesión a engañar personas por hacer trámites que son gratuitos, estaría en mi zona de confort si por educación y cortesía te dijera que si para evitar problemas.
Pero para mí la zona de confort es expresar mis ideas, buscar la justicia social, el riesgo en emprender algo nuevo muchas veces, el fracasar tantas veces hasta encontrar el camino exacto, el ayudar a otros a alcanzar sus metas, y una vez que logro esto, buscar un nuevo reto un nuevo emprendimiento, es no tenerle miedo a no tener patrimonio (que en realidad es algo que es efímero) es vivir el día a día, estar acostumbrado a que siempre invariablemente habrá un problema por resolver.
Esta es mi zona de confort una zona que a nadie le conviene o le gusta experimentar porque es el proceso real, no una definición para cobrar por algo que no se conoce y que científicamente se le denomina “zona de confort”. Vista desde esta perspectiva, solo a muy pocos nos gusta vivirla en lugar de definirla.
Una vez que salgo de “mi zona de confort” es donde me siento que no estoy en mi elemento. Una vez que todo está hecho y la mesa servida para recibir aplausos y aprobación por los logros obtenidos, dejo eso a quienes estuvieron en el proceso, y yo regreso a mi zona de confort.
Tal vez después de leer esto ya no me digan que salga de mi zona de confort en palabras al español mi zona de confort es “descansar haciendo adobes”…lo bueno o lo malo es que por cada 1000 millones de personas hay un loco como yo, así que sigan con su definición psicológica de “zona de confort”… porque uno no hace la diferencia.
Abur!
“Escribo sobre cualquier cosa o tema cotidiana en un género que yo he denominado “literatura urbana irreverente” es decir, una “literatura democrática” al alcance de cualquier intelecto, es decir“escribo para todo público que guste leerme”…
huggo romerom™
