LOS BENEFICIOS DE LA FORMALIDAD

ROBERTO GUILLEN

Qué agradable encontrarse con la gente que va y ve hacia adelante. Gente que ha organizado su sindicato para cambiarle el chip a la generación que se lanzan como empresarios, pero en graaande y con todas las de la ley, es decir, abandonar el clandestinaje de la informalidad para darse de alta ante el SAT y entrar a la dinámica de construir un negocio de manera estable y en un permanente crecimiento. Así lo manifestó Juan José de Jesús Cuellar Orta, dirigente del Sindicato de Comerciantes Autónomos de México, SIDEC.

Enmarcados por la belleza arquitectónica que distingue al Antonios Restaurante, una treintena de jóvenes empresarios estuvieron muy atentos a la conferencia que organizó SIDEC,y que fue impartida por el asesor fiscal Francisco Cantón, quien exhortó a los asistentes a conocer los beneficios de la formalidad, y darse cuenta que independientemente si están o no dados de alta, como quiera son sujetos de pagar impuestos, porque, advirtió, desde el momento en que consumen una coca cola, ya están pagando impuestos. Considero un error permanecer en la irregularidad y carecer de una cultura fiscal, dado que mantener un negocio bajo un régimen de formalidad, cuenta con sus ventanjas, además de mantenerse oportunamente informados en cuanto a no caer en eso que llaman discrepancia fiscal, es decir, no acarrearse problemas con el software de la UIF, porque al no justificarse o coincidir los ingresos, se puede ser objeto de una investigación por lavado de dinero.
Para el asesor fiscal, todo negocio formal tiene posibilidades de ser estable y de permanecer en un pertinaz crecimiento.

En cuanto al joven dirigente, quien brindó a los asistentes un suculento buffet a los asistentes, consideró que quienes acudan en busca de asesoría con SIDEC, podrán encontrar una atención integral para sus negocios, dado que cuentan con asesoría fiscal, legal y contable.

Asimismo, consideró que muchos se quedan atorados en el ámbito de lo que es emprender un negocio, lo cual es muy diferente a considerarse como un empresario con todas sus letras. En síntesis, lo que el joven dirigente Juan José de Jesús Cuéllar Orta, busca, es instaurar una cultura de la legalidad y cambiar el chip de la generación, al creer que se gana más dinero en el clandestinaje y lejos de toda esa formalidad que exige el SAT para tener el goce y el derecho a deducir impuestos. SIDEC, la oportunidad para saltar del changarro a constituir una empresa vigorosa, y con todas sus letras. Seguiremos informando.

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