Cuando ‘alguna persona’ decide que ya no está a gusto con tu amistad o compañía, debemos dejarla ir como alguien que físicamente a partido.
Es lo más conveniente para ambos, todos, dos o más, etc., generalmente es un efecto dominó cae la primera ficha y las demás por inercia, (generalmente la partida es por no poder entender que papel juega cada quien en una multitud) es algo como ‘efecto reflejo’ y debes acostumbrarte a vivir así o serás tu el que vaya al necrópolis.
Lo que es de admirarse es que casi siempre son las damas las que terminan una situación que catalogan como adversa (realmente no conviene a sus intereses, jajajajaja) y parten como ‘el jibarito con su cargamento para la ciudad’ locas de contentas… a la necrópolis.
Aplaudo ovacionada mente su determinación y firmeza para ‘cortarse la coleta’ y abandonar los ruedos, porque a diferencia de uno cuando dicen ‘ya no’, sí es un ‘no’ definitivo, definitivo de ya no, definitivo de bye, definitivo de ya no más, definitivo lapidario, definitivo de nunca te he visto en mi vida, o sea mueres para ellas. Como mijares que entro al baño de mujeres y murió al otro día (en su canción obvio) prácticamente te conviertes en un fantasma, en un holograma emocional que se pierde en el tiempo hasta desaparecer (eso dicen) y nunca haber existido.
Si tuvieran los políticos esa determinación y firmeza que las damas tienen cuando te mandan a ‘la chin…a comunista caminando de puntitas’ los países sería potencias mundiales porque para que suelten un sí o reconsideren una decisión de este calibre, pues como dice la biblia:
Mateo 19, 23-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos”.
Así de inmovibles son sus decisiones-sentencias.
¿Qué te queda? Solo ser un ‘aeternum amans viudi’ porque uno jamás puede pensar en el retiro del paraíso y el riesgo y costo es quedarse solo muy seguido, hay quienes tienen en su necrópolis particular una gran cantidad de lápidas rosas a quienes extrañar (por colores, olores, nombres, edades, etc.) y llega a ser una costumbre-masoquista, un mal negocio sentimental, cada nueva oportunidad es como un ‘joint venture’ en la que apuestas todo esperando ir más allá de ‘un tiempo máximo ya estimado’ y cuando lo logras no te afecta tanto el duelo porque te empezabas a acostumbrar, y la costumbre, la rutina, el tedio, lo repetitivo, son síntomas inequívocos de que el final de la canción está por llegar.
Por eso quienes empezamos a invertir a muy temprana edad en el negocio de la necrópolis particular (un negocio sentimental muy dinámico y volátil) tenemos como tema de cada nueva ilusión esta melodía, ‘MARCHA FÚNEBRE. Frédéric Chopin y como película ícono ‘muchos funerales y una boda’ (Cuatro bodas y un funeral) con el eterno Hugh Grant, el holograma icono de las películas que tienen este tema y el ‘aeternum amans viudi’.
“Soy esa extraña personalidad que ‘Te encanta, la usas, te desencanta y la deshechas’ y ya me acostumbré a eso”. © huggo romerom™
Y como es también en las películas, te sucede con tanta frecuencia que te acostumbras, y en lugar de sufrir, aprendes y mucho de la psicología, inteligencia, determinación y firmeza de las decisiones femeninas, casi nunca las pones en práctica, pero las asimilas para ‘absorber cada adiós’.
‘La vida me ha dado tantos golpes, que ya he aprendido a esquivar algunos y ser inmune a otros’© huggo romerom™
Perdón a veces hay que ‘drenar el alma’ como dice la canción:
‘La mente cuando baja la marea
Por puro instinto de conservación
Intenta cauterizar cada huella
Que deja atrás el paso del amor
La mente cuando baja la marea
Mostrando la estructura del dolor
Activa un mecanismo de defensa
Para que no se ahogue el corazón’
Compositores: Consuelo Arango / Consuelo Arango Bustos / Marella Cayre
Letra de Cuando baja la marea © Sony/ATV Music Publishing LLC, Warner Chappell Music, Inc
´El llanto nunca arregla un problema ni alivia un dolor, pero drena el alma y la reconforta’ © huggo romerom™
Nunca me pareció más adecuado terminar algo diciendo…
Amen…
