Raúl A. Rubio Cano
Oportuno, muy oportuno, llega el libro de Andrés Manuel López Obrador a las manos del Pueblo de México, a ese Pueblo Sabio que hoy se enfrenta defendiendo al vital líquido, base de todo, y que las limitaciones de formación académica y patriótica de algunos están tratando de seguir manteniendo un paradigma Neoliberal en una supuesta nueva legalidad que no ha podido romper aún con el ordenamiento Salinista, para seguir manteniendo al agua como un bien de unos cuantos y poniendo en real y serio peligro la vida de millones de seres humanos y ecosistemas.
Por lo filtrado en los medios de comunicación, el libro “Grandeza” de AMLO, busca documentar en nuestras raíces ancestrales, qué tan grandes hemos sido y si podemos seguirlo siendo los mexicanos, para transformar la realidad que nos ha tocado vivir. Los últimos indicadores económicos y políticos del devenir de los gobiernos de la Cuarta Transformación lo dice todo y avivan la esperanza para ir por más desarrollo y bienestar de nuestra Pueblo, y a la vez, ser referencia mundial para demostrar con hechos que la maldad Neoliberal puede ser borrada de la faz de la Tierra. Sin embargo, en estos días, definir una Ley Nacional del Agua de nuevo curso, ante lo que nos ha heredado el Neoliberalismo desde Carlos Salinas de Gortari y su abogado estrella, Eduardo Viesca de la Garza, obliga a que más que Reformas de lo dejado por estos sinvergüenzas, hay prácticamente que derogar lo que se quiere reformar sobre una base falsa y traidora a ese espíritu de Grandeza que Obrador busca transmitir con su reciente obra de investigación, y vital, para dar continuidad a la Cuarta Transformación. No hacer caso a ello, significa entrar en un proceso de destrucción por nosotros mismos ya que el agua, como se dice: “Es Vida”.
El movimiento de la Cuarta Transformación del país debe de ser verdaderamente un paso para eliminar “el agua como mercancía” y convertirla a fondo en un Bien de la Nación, por lo tanto, el nuevo producto jurídico que surja en los próximos días no puede ser solamente un articulado para administrar de mejor forma lo que a la fecha ha sido saqueo y destrucción ambiental, y por lo tanto humano, no puede ser una masa de articulado para crear un mamotreto de “cuentachiles” en la administración institucional por parte del Estado del agua y sanciones respectivas a quienes supuestamente no se apeguen a ello. ¡No! La Nueva Ley debe de apegarse a esa Grandeza cultural que Obrador está tratando de trasmitir con su obra, y ello, reside en realizar una Ley apegada a los proceso de Producción del Agua, porque quedarnos sólo en un mejor manejo administrativo del vital líquido, sin saber cómo se produce y a dónde vamos, sería rechazar ese camino andado de Grandeza que nos ha caracterizado como Pueblo y Nación. De lo contrario, sería demostrarnos a nosotros mismos y al mundo que hemos llegado a ser los enterradores de los grandes pasos que nuestro movimiento revolucionario ha dado y que puede seguir dando. Por eso, el comprender los procesos de producción del agua, y obvio, su correlato administrativo y consumo racional y productivo, es el “Talón de Aquiles” para defender lo que hemos logrado y para seguir adelante.
El rescate de la Presidenta…
Lo dijo hace días AMLO, de que sólo saldría a luchar en las calles, en defensa de la Democracia, de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su gobierno del segundo piso de la 4T y de la Soberanía del país. Hoy, creemos que con su obra “Grandeza”, llega muy oportuno para rescatar a la Presidenta del influjo que por décadas han emitido desde la UNAM un grupo de Geofísicos, un nido en el que se formó académicamente, pero que si se indaga a fondo su existencia y relaciones de ese sitio, es desde donde se termina aplaudiendo los intereses sionistas en el manejo internacional del agua, por grandes compañías, que junto con Salinas de Gortari, han creado a la misma CONAGUA como medio institucional para ir impulsado la privatización del vital líquido en todo el país. Con el gobierno de AMLO, en el caso de la presa La Boquilla y los nueceros de Chihuahua (implicados: el PAN, los Le Baron y el senador texano Henry Cuéllar), se ha querido limpiar a la CONAGUA de esos influjos perversos, utilitaristas. extractivistas, pero, el cáncer ahí está adentro todavía en esa institución del gobierno federal y no descansa, para ahora “eficientar” la supuesta nueva administración del agua con una Nueva Ley, y así, seguir manteniendo el manejo oligárquico de la misma (por eso, los organismos empresariales aplauden el “gatopardismo” de la nueva iniciativa presidencial, formulada aún por personajes como Viviesca de la Garza & Co., y, por lo tanto, poniendo a pobladores y Naturaleza en severo peligro de destrucción de las buenas intenciones y logros del caminar del gobierno de la 4T y su influjo económico, social y cultural del mismo.
La aparición de AMLO y su obra editorial, abre el horizonte reflexivo para considerar que la Presidenta no está sola, y de que la verdadera Nueva Ley del Agua debería de considerarla un 90 por ciento de su artículado, en la salvaguarda de los procesos naturales que nos brindan la existencia del agua, para poder tener cantidad y calidad de la misma, garantizar su sanidad y llegar hasta la elaboración de los respectivos Atlas por regiones del país, para permitir esos procesos y precauciones del arribo de los impactos solares sobre el planeta Tierra, que abre ello, a una verdadera problemática de Seguridad Nacional y mundial. El caso reciente de las fuertes inundaciones en cinco estado de la República, los casos de las inundaciones del desierto del Sahara y China, las sequías en muchas partes del mundo, no digamos en el caso del alto y bajo Río Bravo en Norteamérica y México, o los actuales lluvias que azotan a los países de Indonesia, Tailandia, Malasia y Sri Lanka, ponen en evidencia en el análisis y comportamientos precautorios de los Estados, el gran retraso académico en el estudio de la interacción del Sol con el planeta Tierra. Obvio, que todo eso implica nuevos paradigmas académicos y no la actuación de los tradicionales criterios geofíscos de la UNAM al servicio de trasnacionales del agua y que buscan ser en sí el caballo de Troya para liquidar a la 4T desde las guerras del agua. Definitivamente ha hecho mucho por México y puesto en alerta, ¡A todos! el trabajo académico de Rodrigo Gutiérrez Rivas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en comparación a los malditos hijos de Bonafont en sus academias y la CONAGUA.
El restante diez por ciento de la Nueva Ley de Agua que debería desarrollarse sería sobre los procesos de Consumo de nuestra agua, por lo que tendíamos que considerar que hasta la fecha nos domina una cultura del Extractivismo, en muchas cosas que nos brinda la Madre Naturaleza, entre ellas el agua, y es necesario pasar ya a los procesos de Remediación y Regeneración sobre las atrocidades cometidas por siglos contra el medio ambiente y, hasta entrar ya, a los caminos de la Replicación para producir agua, como el poder generara los escenarios idóneos en la interacción del Hidrógeno y el Oxigeno (H2O) por parte del Estado, y no de llevar a éste a ser un “cuentachiles” de metros cúbicos en mejores condiciones de distribución, sin quitar a fondo las manos de oligarcas y extranjeros en el saqueo de nuestra agua. Ahí está la obra de “Geología y Estado. Forma, fondo y territorios vecinos de México. Igor Ishi Rubio Cisneros. UANL. 2018. (AMLO y Beatríz conocen éste contundente material para el tema del Agua).
Pueblo en marcha, defendiendo el Agua…
Otro elemento clave, vital, en esta guerra contra los bandidos y sus tecnócratas que saquean nuestra agua y la contaminan, es la movilización popular y su organización de quienes han identificado que “las estructuras y mecanismos” que por más de 30 años han permitido la sobrexplotación de los acuíferos, la contaminación de los cuerpos de agua y la marginación hídrica de grandes sectores de la población, realidades que ya no deben de continuar, son académicos, investigadores y más de 80 agrupaciones que integran la Coordinadora Nacional Agua para Todos y la Contraloría Nacional Autónoma del Agua (La Jornada. 30/11/2025), así como el siempre oportuno comentario en redes sociales de Mario Bracamonte, quien ya demanda la abrogación de la Ley salinista que se quieren reformar sobre el Agua, porque: “Sólo el Pueblo salva al Pueblo”.
Muy oportuna la obra “Grandeza” de AMLO, su presencia para impulsar la reflexión transformadora y “Grandeza” que hay que identificar en el devenir histórico de nuestro Pueblo, “Grandeza” que hay que practicar para garantizar la producción del agua, su cantidad y calidad y segura conservación, todo ello debe de ser plasmado en la elaboración de una Nueva Ley de Aguas y no el seguir dando vida al mamotreto salinista que se busca imponer ¡Venceremos!












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