CAMERINO 17, EN LAS NOCHES DEL BAM

Por: ROBERTO GUILLEN

Que linda fue la Noche de los Artistas. Como para citar una perla de mi compadre Federico Nietzche: “Es menester tener un caos dentro de sí, para dar a luz una estrella danzarina”. Delicia de patio ancestral que reviste al BAM, donde se dieron cita los tránsfugas del algoritmo, para mojar los labios con un tinto y flotar en el mexicanísimo sarcasmo que somos. El encuentro para sentirse millonario de abrazos y ternura. El encuentro para celebrar la lúdica terquedad de Pandemic Madness, un colectivo que surgió en la comuna plástica de Galaviz, donde van emergiendo los talentos de la ciudad como Diana Uribe y Paulina Porras.
Aquí el manifiesto de Pandemic Madness que nos leyó Lily Cavazos, precisamente cuando al otro lado del mundo, y en pleno siglo XX! Los rusos se andan dando en la madre con los ucranianos:
Nace de la reflexión entre varios artistas de este colectivo al darse cuenta durante la pandemia, que durante tanto tiempo, el artista ha sido catalogado como “el loco” y ahora se encuentra enfrentándose con la cruda realidad ante sus ojos, de su vida de cómo y hasta dónde este amor al arte… Que no es más que nada amor a sí mismo y al mundo entero por tratar ya sea de mostrarse tal cual es, de mostrar sus inquietudes, puntos de vista, analizar e incluso adelantarse y “conectarse y bajar” nuevas ideas,etc.
Si bien, el artista se ha sentido un poco relegado de un sistema que siempre recorta la cultura por ser considerado como un “Lujo” y no como una necesidad… sigue amando lo que hace. No solo por necedad sino por necesidad, por vocación, por compromiso y claro, al estar fuera del alcance de sus sueños, su excéntrica visión o sabiduría se hace a un lado… el eterno incomprendido.
De esta manera parecen payasos locos, malabareando sus vidas, parado sobre los engranajes de todo un sistema que se ha descontrolado, en donde el artista trata de incorporarse y hasta jugar un poco el mismo juego, seguir soñando y forzar ese pequeño engranaje junto con los demás…Y a pesar de todo esto el artista ríe, ríe, como loco, hasta carcajadas, porque hay que estar loco y muy cuerdo al mismo tiempo para poder crear y crearse a si mismo viendo su realidad cotidiana.

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *