Pese a que el Alzheimer es una enfermedad crónico-degenerativa, especialistas en salud aseguran que las actividades cognitivas pueden ser un factor que ayude a prevenir esta situación que en la actualidad afecta a cerca de 50 millones de habitantes en el mundo.
“Hay formas de prevenir la enfermedad de Alzheimer y son cosas fáciles de hacer para todos, tales como llevar una buena dieta, hacer ejercicio físico al menos 150 minutos a la semana, realizar una estimulación cognitiva, que puede ser desde leer un libro hasta aprender un nuevo idioma, ya que la educación está relacionada directamente con un menor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Entonces, mientras más estudia uno, hay menor riesgo de tener la enfermedad”, informó Sergio Saldívar Dávila, docente del Servicio de Neurología del Hospital Universitario.
Señaló que la característica principal de dicho trastorno cerebral es la pérdida de la memoria, que va desde cosas simples hasta diversas habilidades en personas de 65 años en adelante.
“La enfermedad de Alzheimer es un trastorno que se incluye dentro de un grupo de enfermedades más amplio que llamamos demencias, que como característica principal tienen la pérdida de las funciones cognitivas, especialmente la memoria, pero también incluye otros tipos de habilidades cognitivas como el juicio, el cálculo, la abstracción o las habilidades visoespaciales que se van perdiendo de forma progresiva, que es lo que nosotros llamamos enfermedad neurodegenerativa”, explicó.
De acuerdo con el especialista, los primeros síntomas se manifiestan cuando los pacientes comienzan a tener episodios de olvido en cosas cotidianas que al paso del tiempo se vuelven frecuentes.
Además, indicó que, una vez diagnosticado el Alzheimer a través de pruebas neuropsicológicas, se presenta un deterioro considerable de la calidad de vida de quienes lo padecen.
“Vemos que los pacientes tienen problemas para recordar dónde dejaron las llaves, a qué iban a un cuarto, si dejaron o no la luz prendida y esos errores empiezan a ser un poco más repetitivos. Son personas que ya no se pueden valer por sí mismas, porque van perdiendo masa muscular y por ende puede haber datos de desnutrición y pueden ser más propensos a infecciones”, dio a conocer Saldívar Dávila.
Aunque no hay una causa en concreto para su desarrollo, el neurólogo Sergio Saldívar apunta que algunos factores de riesgo pueden ser genéticos.
“Son pocos los pacientes que tienen factores genéticos, pero se presentan casos, sobre todo si un familiar de línea directa, como padres o hermanos, tiene Alzheimer, pero quizá el factor más importante es la edad. Arriba de los 65 años, el riesgo de que una persona padezca la enfermedad va aumentando progresivamente cada cinco años”, refirió.
Añadió que el Alzheimer no tiene cura como tal, pero existen tratamientos que favorecen a mejorar el lenguaje y atención de los pacientes.
En este sentido, puntualizó que los cuidadores deben tener especial paciencia con quienes lo padecen ya que sus acciones no son premeditadas.
“El paciente no se da cuenta de que está teniendo estos problemas de memoria, es decir, no es algo intencional, entonces hay que ser muy pacientes, dar instrucciones claras y lentas. Nosotros como médicos tenemos que ser pacientes con el cuidador para transmitir esta información de la manera más clara y precisa posible”, comentó.