Agiganta Samuel deuda de Nuevo León privatizando la obra pública

Por Benjamín Castro

Apliquen la 4T a las finanzas del estado y eviten una “implosión urbana” #nuevoleon #mtynl #monterrey

El gobernador y el congreso de NL deberían investigar al Tesorero Carlos Garza y la forma en que ha dirigido las finanzas hacia la privatización parcial o total de las obras en construcción por la vía de AGIGANTAR LA DEUDA en lugar de APLICAR LA 4T para rescatar recursos “del caño de la corrupción”, auditando rubros como “servicios personales”, el “gasto en desarrollo social” -que no existe- y, sobre todo, los contratos y restructuras de la deuda con los bancos(39 se han hecho del 2017 al 2024) dado que NL paga los intereses más altos de todos los estados en el país.

Haciendo esto se podrían rescatar al menos más de 20 mil mdp anuales, lo necesario para continuar con las obras e iniciar otras que urgen. En lugar de eso, sospechosamente, Carlos Garza propone un endeudamiento de 17,500 mdp y 2, 500 millones para agua y drenaje, así como “restructurar” también la deuda de esa paraestatal, de Metro Rey, del CV y carreteras, dándole injerencia directa a los bancos como Banorte, BBVA, Multiva etc. en las decisiones de gobierno.

El Tesorero hizo una maniobra al presentar la solicitud de nueva deuda al congreso, diciendo que la Ley de responsabilidad Fiscal le permite a NL solicitar deuda por “un 15% de sus ingresos de libre disposición”, que son de alrededor de 100 mil mdp, mientras que el año pasado, en la Ley de Egresos de 2023 (la que rigió también para el 2024), decía así el tesorero en la exposición de razones: “42. El monto establecido como tope de Deuda Pública para contratar durante el ejercicio fiscal 2023, no podrá exceder del 5% de los Ingresos de Libre Disposición más las amortizaciones de Deuda Pública realizadas en dicho ejercicio.

Contratando deuda por más de 17.5 mmdp, -el doble de la contratada en 2023-, la deuda del estado pasara de 102 mil mdp (algunas fuentes aseguran que es ya de 115 mil mdp) a unos 122 mil mdp, una deuda que en su mayoría es con la banca privada y le da poder a esta para incidir en la toma de decisiones sobre las obras que se realicen.

Como sabemos, la banca opta de inmediato por exigir aumentos de tarifas en el caso de Agua y Drenaje o del Control Vehicular o en las carreteras de cuota locales y en impuesto como el de la nomina, u otros. Al mismo tiempo, la banca ordena, durante las “restructuraciones” y otras negociaciones, reducciones al gasto en educación, en salud, en vialidades etc.

En esa perspectiva con un gobierno con una DEUDA AGIGANTADA cuyo servicio tiene prioridad (de acuerdo a las reformas fiscales de Peña Nieto en el 2013) sobre la obra publica y los bancos pueden incidir sobre las decisiones en el gasto, Nuevo León camina hacia una “implosión urbana”, donde el drenaje, la distribución del agua, las vialidades, los hospitales, las escuelas, la vigilancia, a construcción de vivienda, etc, serán insuficientes frente a la llegada de nuevas plantas maquiladoras o industriales, más población, más carga vehicular e industrial.

Es posible evitar esto, aplicando la 4T al presupuesto 2025.

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