Raúl A. Rubio Cano
La transformación del país va viento en popa, lo señalan los indicadores económicos y otras luchas sociales del Pueblo Sabio, que no deja de comentar el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus Mañaneras y en todo ello, la organización sindical es una herramienta de los trabajadores mexicanos y del mundo, para defender sus derechos y alcanzar mejores niveles de vida.
Sin embargo, la vieja sociedad en México, aún no ha muerto y la que va naciendo, en estos seis años de la Cuarta Transformación (4T), no llega a ser lo que se espera todavía, sin embargos, los avances en la democratización sindical y las lucha contra la corrupción e impunidad, se van extendiendo en el territorio nacional y en los diferentes sindicatos que conforman las defensas del Pueblo Trabajador.
El SAT y su realidad sindical
Para el sindicalista, Alejandro Valdez López, presidente de la Comisión Nacional del Trabajo del Sindicato Nacional de Trabajadores Democráticos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), considera que sigue imperando el nepotismo sindical ya que familias enteras van apoderándose de la vida sindical en donde figuran parejas sentimentales, hijos, hermanas y hasta queridas, aprovechándose de la ignorancia y, complacencia de algunos egoístas trabajadores, sin conciencia de clase o de compañerismo con sus semejantes, todo esto, en contubernio con autoridades de capital humano, así, pseudo líderes con negro historial, obviamente, no les importa sus agremiados, sólo los utilizan, los ignora y desconoce continuamente; sin principios éticos estos malos líderes y hasta acusados de robo de plazas y otras marrullerías, los distingue del buen quehacer sindical.
Llegar a ser dirigente sindical en ese contexto de maldad y nepotismo, es en muchos casos, el motivo para apropiarse de un verdadero “botín” en cuotas sindicales y otorgar empleos para familiares en plazas o espacios laborales en los centros de trabajo, los cuales obtienen despojando de esos puestos a otros trabajadores, como igualmente, hasta obteniendo otros sucios ingresos.
Estos pseudo líderes, que perversamente mueven los hilos de los sindicatos con alto nepotismo, resulta que son extrabajadores cargando negros expedientes en su haber y que nada tienen que hacer en las decisiones de los gremios en su interacción tras bambalinas con las autoridades de los centros de trabajo, sindicatos en donde el servilismo es recompensado y las voces disidentes son cobardemente silenciadas hasta con la vergonzosa complacencia del Comité Nacional y agremiados, aplicando Ley Mordaza, incluso bajo amenaza de ser excluidos del gremio a quien o quienes atente contra ese maligno poder sindical.
Bajo lo anterior, es justo y necesario en el contexto de la realidad de la Cuarta Transformación, que la purificación de la vida sindical sea una verdadera necesidad y por lo tanto, el poder sindical expulse a esos pseudo líderes, que traicionan, roban y mienten, con lo cual ha llegado a operar actividades atroces, incluso de enriquecimientos de ellos y sus familias.
Es un descaro que todo el poder de organismos sindicales se concentre en una sola familia autoritaria, abusiva y logrona. Nuestro principal conflicto es el nepotismo interno coludido con la autoridad que da excesiva confianza y esa certeza de ser inamovibles a esos pseudo líderes y sus familias, les da la oportunidad de abusar y de incumplir con el objetivo del sindicato y sin recibir sanción alguna,
La política es de tiempos y ha llegado el tiempo de los sindicatos dignos y de verdadera defensa de los intereses de la clase trabajadora, manifestó el sindicalista Alejandro Valdez ¡Órale!
