El operativo encabezado por Omar García Harfuch, que dejó al descubierto la corrupción del huachicol fiscal con la detención de 14 mil personas vinculadas al contrabando de combustibles, entre ellos dos mandos de la Marina, y alrededor de 200 órdenes de aprehensión listas contra funcionarios de la Marina, autoridades aduaneras y empresarios en México y Estados Unidos, así como figuras políticas del PRI y del PAN que habrían participado en esta red.
En el radar de la Fiscalía aparecen nombres como la a ex gobernadores panistas Ernesto Rufo Appel y Francisco Javier Cabeza de Vaca, así como los priístas Humberto y Rubén Moreira.
A Rufo Appel se le vincula con permisos de importación de combustible utilizados para contrabando, mientras que a Cabeza de Vaca lo acusan de entregar millones de pesos al llamado “rey del huachicol”, Sergio Carmona.
En paralelo, se investigan las conexiones de los hermanos Moreira con grupos delictivos en Coahuila, cuna de operaciones del huachicol desde hace décadas.
Todo apunta a que esta red no solo operó con protección política nacional, sino también con la complicidad de autoridades actuales y empresas estadounidenses, particularmente de Texas.
Lo que comenzó como la detención de 14 implicados podría convertirse en el desmantelamiento de una red binacional de corrupción que involucra a altos niveles del poder político y económico.
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