Senado avala reformas a la Guardia Nacional y pueblos indígenas

El Senado de la República aprobó la reforma constitucional para consolidar a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal militar con formación policial, dependiente del ramo de Defensa Nacional.

La reforma se aprobó en lo general por una mayoría calificada de 86 votos a favor y 42 en contra. Fue enviada a los congresos estatales, donde deberá aprobarse en al menos 17 legislaturas para validar su constitucionalidad y remitirse al Ejecutivo federal para su publicación.

Alberto Anaya Gutiérrez, del PT, dijo que, para garantizar la pacificación del país, es necesario que la Guardia Nacional se coordine con la Secretaría de la Defensa Nacional, pues ello aseguraría preparación, disciplina, profesionalismo y que se blinde contra cualquier esfuerzo que pretenda corromperla.

Omar García Harfuch, de Morena, destacó que ante las condiciones de algunas comunidades -que no cuentan con policías suficientes-, y el poder de fuego de la delincuencia organizada, se requiere forzosamente a la Guardia Nacional para lograr la pacificación del país. Un retroceso en la consolidación de esta institución -advirtió-, implicaría empezar de cero en la construcción de un nuevo cuerpo de seguridad.

Previamente, y por unanimidad, el Senado también aprobó la reforma que eleva a la Carta Magna el reconocimiento y protección de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, y obliga al Estado a garantizar su cultura e identidad.

Acompañada en tribuna por cinco senadores de Morena que representan a etnias, la legisladora indígena Reyna Ascencio Ortega, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador por haber presentado esa iniciativa “que nos visibiliza”, y recalcó que el paso que se da con esta modificación “tiene un profundo significado social y de trascendencia histórica”, ya que las constituciones de 1857 y 1917, con todos sus logros, no abordaron los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.

Por su parte, Antonino Morales, en su lengua zapoteca y también en español, resaltó que esa reforma “es el broche de oro” con que cierra el gobierno actual dela 4T, ya que comienza la recuperación de la dignidad y la esperanza de los reelegados y olvidados.

La senadora priísta Mely Romero celebró la iniciativa para “saldar una deuda histórica”, pero enfatizó que solo es comienzo para asegurar que este reconocimiento constitucional se materialice en la vida cotidiana de las comunidades y pueblos indígenas y afromexicanos.

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