Los bemoles de la caballerosidad ®

Esta forma de vida prevaleció hasta el siglo pasado, se fue perdiendo en los albores de este nuevo siglo hasta quedar casi extinta al punto en que podemos afirmar que: ‘Los Caballeros estamos ya en vitrinas, ni siquiera en extinción’ ® esto quiere decir que no se extingue lo que no se conoce, o no se practica, y a los que somos del siglo XX prácticamente nos colocan en ‘vitrinas’ como raros o incompatibles con el nuevo milenio, y es que la caballerosidad es una forma de vida que complementa o debe complementar las relaciones sociales, porque no es solamente en relaciones sentimentales y amorosas donde debe manifestarse esta característica, sino en todos los actos que se realizan en la vida cotidiana, es algo ligado íntimamente al ‘Deber Ser’ otro concepto que también es obsoleto en este nuevo milenio y que ha sido en gran parte, por la falta de este ‘dúo de pensamientos y acciones’ (llamados también valores) las consecuencias sociales que estamos viviendo actualmente.

Como todo lo bueno tiene un bemol la caballerosidad no se queda atrás y esto se pone de manifiesto (aquí sí) en las relaciones personales, porque llega un determinado momento en el que ‘La caballerosidad por canon debe ser ilimitada’ y dar la razón la tengan o no a sus interlocutores, máxime si son interlocutoras o locutoras que expresan un soliloquio plagado de razón porque ellas así lo afirman, estén o no en lo correcto.

Existen momentos en que ‘La caballerosidad’ nos detiene para no cometer un acto de ‘rebeldía intelectual’ cuando escuchas un reclamo la mayoría de la veces infundado, (en un 85 % aproximadamente) sobre determinada acción interpretada de una forma distinta a la realidad y reclamada acaloradamente sin aceptar explicaciones ni replicas.

Retirarse es el acto de caballerosidad más grande y la acción más sensata que un hombre puede realizar en una situación donde el error, el dolo, la mala fe, el engaño, o la mala interpretación de un acto puede poner en duda su honorabilidad. 

Un caballero no discute, escucha; no grita, calla; Da su atención y se retira; 

El ser caballero es un problema para quienes no lo entienden, encontrar alguien que vive e invita a vivir de acuerdo al ‘Deber Ser’ en todos los aspectos de la vida está obsoleto para el sistema, no funciona es una persona ‘sobrepuesta en una escena en la que no cabe’ amigos, compañeros y familiares lo ‘catalogan como el tonto’ ‘como el timorato’  aquíel caballero’ se convierte en el bemol por no participar por convicción en temas sin fundamento o que sean propositivos.

Total los bemoles de la caballerosidad ® juegan en un 99 % en contra de quien la práctica y a pesar de eso no puede renunciarse una vez que se nace con este Don

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