
Necesitamos hacer una revolución ideológica, es decir una revolución de pensamiento real no de “dientes para afuera” necesitamos pensar en “el deber ser”, en el beneficio común como base del individual, en la honestidad, como base del bienestar y desarrollo, en el intelecto como herramienta indispensable.
No hablo, de una revolución literal, esas en donde el costo en México y en el mundo ha sido de miles de muertos, rapiña y aprovechamiento en el “nuevo poder” de los cabecillas de dichas situaciones y millones en daños materiales; para empezar jamás pondría en riesgo la integridad de las personas ni sus hogares y patrimonios.
Una revolución ideológica, sólo destruye pensamientos ambiciosos, hambrientos de poder, negativos, convenencieros, ventajistas, pero solo pensamientos, una revolución ideológica jamás destruirá vidas, ciudades, culturas, pero de lograr los objetivos, si cambiaría para bien de todos real y profundamente la sociedad.
Una Revolución Ideológica debe barrer con toda esa corriente de pensamientos ambiciosos que solo buscan robar por carecer de inteligencia para avanzar en la vida.
Esto solo podemos lograrlo con educación, una sociedad educada si puede lograr una sociedad justa y honesta, y un desarrollo y crecimiento económico permanente, ‘sin las ratas almizcleras el producto interno y los bienes de la nación pueden permanecer enteros’.

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