México encabezó es el país de América Latina y el Caribe donde más se redujeron pobreza y pobreza extrema durante la última década, de acuerdo con el informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El estudio indicó que México cerró el último año con una disminución de 0.6 puntos en pobreza extrema y 3.1 puntos en pobreza general, lo que también resultó determinante para que se redujera la pobreza en toda la región.
El secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, señaló que dos tercios del descenso de la pobreza mexicana derivaron del incremento de salarios, impulsado por un aumento del salario mínimo que, entre 2018 y 2025, alcanzó un crecimiento real de 135%, mientras el resto provino de becas universales, apoyos económicos a grupos vulnerables y la ampliación de pensiones para personas mayores.
Desde 2018 el salario mínimo en México ha experimentado un alza histórica. Ese año, el salario general diario era de 88.36 pesos y para 2019 pasó a 102.68 pesos. En 2020 ascendió a 123.22, en 2021 llegó a 141.70, en 2022 a 172.87, en 2023 a 207.44, en 2024 a 248.93, y en 2025 a 278.80 pesos diarios.
Por su parte, el director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Alberto Arenas, reconoció que los programas de transferencias han sido un soporte importante, pero advirtió que no resuelven la pobreza estructural. Incluso con becas, apoyos y pensiones, millones de familias siguen siendo vulnerables a cualquier choque económico.
El informe identifica que la región está atrapada en un círculo vicioso de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social. Para romperlo, la CEPAL propone cinco estrategias clave:
- Reducir la desigualdad educativa: Invertir en la primera infancia, universalizar la secundaria y mejorar la calidad, ya que el 71.2% de los estudiantes de 15 años no alcanza competencias básicas en matemáticas.
- Crear empleos de calidad: La alta informalidad (47%) es un driver clave de pobreza y desigualdad. La formalización reduciría la pobreza entre los ocupados del 14.9% al 8.6%.
- Avanzar en la igualdad de género y la sociedad del cuidado: La sobrecarga de trabajo no remunerado limita las oportunidades de las mujeres.
- Enfrentar la discriminación de personas con discapacidad, Pueblos Indígenas y personas migrantes, quienes enfrentan mayores barreras de acceso.
- Fortalecer la institucionalidad social y su financiamiento: El gasto social del gobierno central se mantuvo en 11.6% del PIB en 2024, con avances en la creación de ministerios de desarrollo social, pero aún insuficientes.
De acuerdo al informe de la Cepal, la incidencia de la pobreza por ingresos en América Latina alcanzó en 2024 el nivel más bajo desde que hay registros aunque aún afecta a más de un cuarto de la población regional.
Indica que un 25,5% de la población latinoamericana —lo que se traduce en 162 millones de personas— se encontraba en situación de pobreza el año pasado. La cifra implica una baja de 2,2 puntos porcentuales respecto de 2023 y de más de 7 puntos porcentuales en comparación con 2020, en plena pandemia de coronavirus.
La Cepal subraya que México aportó 60% de la reducción de la pobreza en toda la región durante 2024, mientras Brasil contribuyó con 30%. En pobreza extrema, México contribuyó con el 49% de la baja registrada en América Latina.
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