—Fue en la masacre neoliberal
—En la destrucción planificada del 1983 al 2018
Benjamín Castro
Lo más atroz de la destrucción planificada del periodo neoliberal fue, sin duda, el ataque feroz a los derechos de los trabajador@s. Desde la firma de las cartas de intención con el FMI en 1983 y el lanzamiento del PIRE (Plan Inmediato de Reordenación económica) en ese mismo año, el desmantelamiento, venta o liquidación de mas de 1400 empresas estatales, la quiebra inducida de las empresas privadas dedicadas al mercado interno, etc., se sacrificó a los trabajadores@s de la manera mas violenta posible. Además de los cientos de miles de trabajadores despedidos por esas empresas y por los recortes al gasto público, se estableció que el salario debería ser menos de un 30% del PIB y que esos salarios se aumentarán siempre por debajo de la inflación. Se decía que los trabajadores no deberían de exigir aumentos salariales a pesar de las inflaciones de hasta 1000% y devaluaciones constantes del peso que hacía agua los salarios, para “proteger las fuentes de empleo” y que el total de los salarios debería ser siempre menos del 28% del PIB. Después, vino la llamada “flexibilidad laboral” en donde las prestaciones de ley se dejaban al criterio del patrón si esta creía prudente otorgarlas para mantener los costros de producción bajos y tener “competitividad” y “ser atractivos a la inversión extranjera”, y para ellos lanzaron los contratos temporales o de 3 o 6 meses, el outsourcing, etc. Por supuesto, la jornada de 8 horas desapareció y se impuso la de 10 y hasta 12 horas. México llegó a ser la mano de obra más barata del mundo! Más barata que la de China en esos años. Finalmente, fue Josefina Vázquez Mota y su partido el PAN los que empezaron a promover como oferta política y electoral el “facilitar el despido” a los patrones en cualquier momento en que lo considera necesario.
Todo esto condujo a un caida del nivel de vida de alrededor de 70%, y solamente en el sexenio de Felipe Calderón en un 30%. Fue brutal el ataque a la clase trabajadora que involucionó de los trabajadores protegidos por la Constitucion y su articulo 123 y las leyes relacionadas antes de 1983, al estatus de peonaje que tenia bajo el porfiriato. Paralelamente, durante todos estos años se generó una camada de jueces, magistrados y tribunales orientados con esta visión y con la consigna de negar sus derechos a los trabajador@s casi como un “protocolo” a seguir en todos los juicios. La 4T ha logrado algunos avances para revertir esto, pero falta mucho todavía.












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