“El Artículo 33 y los Turistas Políticos” ®

¡Ay, qué bonito cuando los extranjeros se preocupan por nuestros asuntos internos! Es como si de repente todos fueran expertos en la idiosincrasia mexicana, en nuestra historia y en nuestras luchas. Pero, ¿saben qué? México tiene sus propias reglas, y una de ellas es bien clara: el artículo 33 de nuestra Constitución. Este artículo, para los que no lo conocen, es como el letrero de “Prohibido el Paso” para los opinadores internacionales que quieren meternos las narices en lo que no les importa.

¿Por qué tanto alboroto con el artículo 33? Pues porque hay quienes, con mucho descaro, se creen con el derecho de venir a decirnos cómo tenemos que vivir. Y no solo eso, sino que encima nos quieren imponer sus ideologías, como si fueran la última moda. Pero, ¿acaso no se dan cuenta de que estamos hablando de un país con una historia rica y compleja, con una identidad propia que se ha forjado a través de siglos?

Y claro, luego están los que se escudan en la libertad de expresión. Sí, la libertad de expresión es importante, pero también tiene sus límites. No se puede andar diciendo cualquier cosa, en cualquier lugar y a cualquiera. Menos si lo que se dice atenta contra la soberanía de un país. Y es que, seamos sinceros, ¿qué saben estos opinólogos extranjeros de nuestra realidad? ¿Han vivido en nuestras colonias? ¿Han sufrido los estragos de la violencia? ¿Han tenido que hacer cola por horas para conseguir un empleo? Quien no recuerda en el 2006-2012 aquella frase que decía que ‘era más fácil encontrar una bala perdida que un empleo bien remunerado’

La Neoposición y el Artículo 33

Pero si hay un grupo que debería callarse la boca es la neoposición. Estos señores, que se la pasan criticando todo lo que hace el gobierno, son los primeros en violar el artículo 33. Se la pasan invitando a extranjeros para que vengan a decirnos lo mal que estamos, como si ellos fueran los salvadores de la patria. Y lo peor de todo es que estos extranjeros, en su mayoría, no tienen ni idea de lo que están hablando.

En conclusión, el artículo 33 es una ley necesaria para proteger nuestra soberanía. Y aunque a muchos no les guste, es importante que se respete. Así que, a todos los opinólogos extranjeros, les decimos: ¡Gracias, pero no gracias! México tiene sus propios problemas y los resolveremos nosotros mismos. Y a la neoposición, les decimos: ¡Dejen de vender nuestra patria al mejor postor!

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