La Inteligencia, La Creatividad, La Pasión y El Deseo nunca se jubilan ni se acaban ©

Por huggo romerom™

Al contrario de lo que pensaba a los 20 o a los 40 (y no, no es canción de José José), hoy sé que la pasión, el deseo, la inteligencia y la creatividad no se marchitan con la edad… al contrario, crecen, se intensifican, se vuelven fuego lento que arde más profundo y con más sabor.

Las cualidades y los sentimientos tienen su propia danza.

La inteligencia y la creatividad son como cimientos: firmes, nobles, el sello que nos define.

La inteligencia: esa chispa que nos permite resolver, aprender, adaptarnos y reinventarnos mil veces.

La creatividad: esa travesura divina de inventar lo que no existe, de pintar con palabras o ideas, de darle otro giro a lo cotidiano.

Y luego están los sentimientos, esos que se escapan por la piel y laten con la memoria del cuerpo.

La pasión: ese incendio que no pide permiso, que convierte un instante en eternidad.

El deseo: ese anhelo vital, tan indispensable como el aire, que empuja a ir tras lo que quieres, lo que imaginas, lo que acaricias con el pensamiento antes de tenerlo entre tus manos.

Lo grandioso es que nada de esto tiene género ni fecha de caducidad. No es privilegio de hombres ni de mujeres; es el privilegio de estar vivos. Muchos lo ven como fantasía o ridículo, pero los que sabemos vivir reconocemos el temblor en la mirada, la sonrisa que desnuda, la conversación inteligente que excita más que un roce, la ilusión que se instala como esperanza y te grita que aún respiras.

Porque mientras la vida te sostenga, la edad será solo un número. Así que carabina al hombro y a la cacería: siempre habrá una versión femenina que encaje con una masculina, y viceversa. Eso es lo más lógico y natural del mundo. Esto no se acaba hasta que se acaba, y hay que acabarlo viviéndolo, gozándolo, exprimiéndolo.

La inteligencia es tu compañera eterna.

La creatividad, tu huella personal.

La pasión, el motor que te enciende.

Y el deseo… el oxígeno de tu existencia.

Mientras vivas, nada de esto desaparecerá. Solo se hará más intenso, más sabroso, más tuyo. Recuerda aquello de como dice Alejandro Sanz ‘Es tanto lo que he bebido y sigo teniendo sed’…

Esto no se acaba hasta que se acaba, y si se acaba que sea de usarlo y usarlo y usarlo y usarlo…

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