Cuando el migrante se siente “gringo”

Eleazar Fuentes Gutiérrez

Muchos migrantes latinoamericanos llegan a Estados Unidos con el sueño de alcanzar el “sueño americano” y, en el proceso, buscan adaptarse a la cultura local para ser aceptados. Sin embargo, algunos, una vez que obtienen su estatus legal, sienten la presión de transformarse por completo para encajar en la sociedad estadounidense. El acento, los modismos, las costumbres y hasta el estilo de vida comienzan a ser adoptados, mientras que su cultura latina queda en un segundo plano. Y empiezan a olvidarse de sus raíces, criticando o denostando de dónde vienen, y entran en un juego de racismo y discriminación con sus propios paisanos.

Como señala Cecilia Barría en BBC News, a muchos les cuesta entender por qué algunos latinos, ya sea que ellos mismos hayan migrado a Estados Unidos o sean hijos de migrantes, respaldan las políticas de deportación.

¿No parece una contradicción? ¿No se supone que los migrantes deberían apoyar a otros migrantes?

Jerónimo Cortina, autor de Estados rojos, estados azules, estados ricos, estados pobres: por qué los estadounidenses votan como lo hacen, nos recuerda que esta idea es un mito. En palabras de Cortina, “es un error pensar que, por ser latino, alguien automáticamente estará a favor de la inmigración o de los latinos en Estados Unidos”.

Históricamente, el voto latino no ha sido homogéneo. Los latinos han alternado su apoyo entre republicanos y demócratas con el paso de los años. De hecho, en el pasado también votaron por candidatos que promovían políticas más estrictas contra la inmigración.

Un ejemplo que ha generado mucha controversia en Estados Unidos es el caso de Marco Rubio, actual secretario de Estado, quien proviene de una familia cubana y ha expresado su apoyo a las deportaciones, además de defender los comentarios polémicos de Donald Trump hacia la comunidad latina.

Pero hablemos con datos

En términos absolutos, según Barría en BBC News, Kamala Harris ganó el voto de la comunidad latina en Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump alcanzó un avance histórico en este segmento electoral. A medida que contaban los votos, los primeros datos mencionaban que Trump, quien resultó vencedor en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024, obtuvo un apoyo récord entre los hispanos. Este fenómeno ayuda a explicar las declaraciones que se han escuchado sobre un “triunfo arrollador” o una “victoria contundente” de Trump dentro de la comunidad latina. Tradicionalmente, este grupo ha sido aliado del Partido Demócrata, pero ha mostrado un apoyo más reducido en comparación con elecciones anteriores (Barría, 2024).

Según Jerónimo Cortina, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Houston, uno de los principales factores que motivó el apoyo latino hacia Trump fue la inflación, una de sus propuestas de campaña, un tema que ha preocupado a muchos.

La inflación puede aumentar en Estados Unidos debido a las políticas económicas, como la imposición de aranceles del 25% propuestos hacia México y Canadá. Cualquier producto proveniente de estos países a su precio comercial será agregado el impuesto, lo que genera inflación en el mercado.

Pero entonces, la pregunta es: ¿los latinos votaron por Trump debido al combate a la inflación, o por la promesa de Trump de detener la migración irregular y hacer una deportación masiva de indocumentados?

Es interesante observar cómo la comunicación política juega un papel crucial en este fenómeno. A mi parecer, lo que comunica Trump ha logrado atraer más el voto latino, especialmente a través de su discurso.

Un aspecto sociológico importante

Desde una perspectiva sociológica, me llama la atención cómo muchos latinos, o hijos de latinos, olvidan el español cuando ven a un migrante o a un paisano. También es curioso ver cómo algunos se suman al racismo y la discriminación, incluso cuando observamos que agentes de migración, con apellidos hispanos en su uniforme. El problema no es la deportación en sí, ya que ellos solo hacen su trabajo, sino que muchos ya han olvidado de dónde vienen.

El cuestionamiento aquí es: si a los migrantes latinos se les olvida su idioma materno, de dónde vienen o cómo llegaron, ¿realmente podemos esperar que sus hijos, o las futuras generaciones de estas personas, sientan orgullo de sus raíces?

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