Salud mental y violencia estructural en Veracruz

Un análisis desde el contexto local

Dr. Lenin Torres Antonio y Dra. María Elena Castro Saldaña.

El psiquiatra Juan Ramón de la Fuente (De la Fuente, 2015), exrector de la UNAM, ha señalado que los problemas de salud mental han aumentado a escala global: psicosis, demencias, ansiedad, depresión, suicidios e intentos de suicidio, así como trastornos asociados a la violencia y la pobreza, constituyen una parte importante de la demanda de los servicios de salud. Según el informe del Instituto de Evaluación de la Salud Mental de la OMS (Organización Mundial de la Salud, s.f.), los trastornos mentales representan aproximadamente el 12% de la carga global de enfermedad, afectando hasta el 28% de los años vividos con discapacidad, y constituyen una de las tres principales causas de mortalidad entre personas de 15 a 35 años, principalmente por suicidio.

En México, la respuesta estatal ante los problemas de salud mental ha sido insuficiente. Se estima que uno de cada cuatro mexicanos desarrollará un trastorno psiquiátrico en algún momento de su vida, y que cada siete segundos se presenta un caso de demencia (De la Fuente, 2015). En 2023, se registraron 9,072 suicidios en el país, de los cuales Veracruz aportó 309 casos (Diario de Xalapa, 2025), ubicándose entre los estados con mayor incidencia

La infraestructura de atención en salud mental sigue siendo limitada. Existen apenas 46 hospitales psiquiátricos y 13 unidades de internamiento psiquiátrico en todo el país. En contraste, hay 544 establecimientos ambulatorios que atienden a 310 usuarios por cada 100 mil habitantes, mientras que los hospitales psiquiátricos atienden a solo 47 por cada 100 mil. En Veracruz, la cobertura representa apenas el 2% del total nacional, lo que evidencia una grave carencia institucional.

La juventud es el grupo más afectado: el 50% de los trastornos mentales inician antes de los 21 años (Medina-Mora et al., 2003; 2005), y 24.7% de los adolescentes presentan al menos un problema de salud mental (Medina-Mora y cols., 2003; 2005). Además, la violencia generada por el crimen organizado (Mexico Violence Resource Project, 2023) ha intensificado el miedo, la ansiedad y el estrés postraumático en comunidades vulnerables, especialmente en zonas rurales y marginadas.

Durante diciembre de 2024 y enero de 2025, se registraron 724 atenciones por depresión en Veracruz, de las cuales 144 fueron en el Hospital de Salud Mental de Orizaba, 121 en el Instituto Veracruzano de Salud Mental, y 206 en la Jurisdicción Sanitaria de Xalapa.

La Secretaría de Salud ha reforzado acciones mediante módulos comunitarios y campañas de sensibilización, aunque la tasa de suicidio estatal se mantiene por debajo de la media nacional.

A pesar de estos esfuerzos, la atención pública sigue siendo insuficiente. Las citas deben solicitarse presencialmente, lo que limita el acceso para quienes viven en zonas alejadas o carecen de recursos. Muchos recurren a libros de autoayuda o automedicación, lo que puede agravar los síntomas. Es urgente generar alternativas accesibles y eficaces, especialmente para jóvenes expuestos a violencia, pobreza y exclusión.

La planeación estatal en salud mental ha sido poco focalizada. En los últimos dos sexenios, este tema no ha figurado claramente en los planes de desarrollo, este vacío se transparenta al no contar Veracruz con una Ley de Salud Mental. Por lo que se hace necesario dicha ley e implementar un enfoque multidisciplinario, con programas de investigación que generen líneas específicas de atención para cada región del estado.

Veracruz cuenta con profesionales capacitados para desarrollar estrategias efectivas, pero se requiere voluntad política y apertura al debate. La salud mental debe dejar de ser un tema marginal y convertirse en un eje prioritario de las políticas públicas.

Es conveniente generen líneas de acción concretas para atender los problemas de salud mental en Veracruz, reconociendo este tema como un foco rojo que exige atención urgente. De lo contrario, las instituciones seguirán siendo espacios de reclusión sin posibilidades reales de recuperación, y la población continuará desatendida en tiempos de zozobra.

La reconstrucción del tejido social comienza con una salud mental sólida, que permita afianzar la ética en las políticas públicas y acercar la política a la ciudadanía como instrumento de solución.

Así vemos que el impacto psicológico de la violencia por la delincuencia organizada en Veracruz, en los últimos años, ha enfrentado una compleja situación de violencia vinculada al crimen organizado, lo que ha generado efectos profundos en la salud mental de su población. Aunque algunos delitos como el homicidio doloso han disminuido en comparación con años anteriores, otros de mayor envergadura como la delincuencia organizada, extorsión, secuestro y violencia sexual han aumentado significativamente 1.

Durante el primer trimestre de 2025, el 44% de los homicidios dolosos en Veracruz estuvieron relacionados con el crimen organizado y el narcomenudeo. Además, se reportó un incremento del 3.2% en crímenes vinculados al crimen organizado (Diario de Xalapa, 2025) y un preocupante aumento del 25% en secuestros y tráfico de personas. Estas cifras reflejan una disputa por el control territorial y el monopolio de la violencia (Instituto para la Economía y la Paz, 2024), lo que ha generado un clima de inseguridad persistente.

Este entorno de violencia constante ha debilitado el capital social (Gobierno del Estado de Veracruz, 2025), afectando la confianza interpersonal, la cohesión comunitaria y la cooperación entre ciudadanos. El miedo colectivo se ha convertido en una constante, restringiendo la movilidad y generando aislamiento social.

Diversos estudios han documentado que la exposición prolongada a hechos violentos —ya sea por observación directa o a través de medios de comunicación— puede provocar trastornos como depresión, ansiedad generalizada y estrés postraumático (Milenio, 2024) (TEPT). También se ha observado un fenómeno de desensibilización afectiva, que deteriora el rendimiento cognitivo y la capacidad de atención, y puede desencadenar trastornos de ansiedad severos

En regiones como Veracruz, donde el crimen organizado ha expandido su influencia, la vida cotidiana transcurre bajo una constante sensación de amenaza. Esta situación ha generado una cultura del miedo (Milenio, 2024), en la que el trauma colectivo se manifiesta en síntomas psicosociales persistentes, afectando la calidad de vida de miles de personas.

Ante este panorama, es urgente que las políticas públicas en salud mental reconozcan el vínculo entre violencia estructural y trastornos psicológicos. La atención debe ser integral, accesible y especializada, con énfasis en comunidades afectadas por el crimen organizado, especialmente jóvenes y mujeres.

  • Diario de Xalapa. (2025, 15 de mayo). Índice de Paz México 2025 revela aumento de delincuencia organizada y extorsión en Veracruz. Organización Editorial Mexicana. Recuperado de https://oem.com.mx/diariodexalapa/local/indice-de-paz-mexico-2025-revela-aumento-de-delincuencia-organizada-y-extorsion-en-veracruz-23298333
  • Gobierno del Estado de Veracruz. (2025). Veracruz tiene un gobierno que combate la violencia y atiende sus causas. Recuperado de https://www.veracruz.gob.mx/veracruz-tiene-un-gobierno-que-combate-la-violencia-y-atiende-sus-causas
  • Milenio. (2024). Vivir en alerta: las secuelas mentales que deja la violencia cotidiana. Recuperado de https://www.milenio.com/politica/comunidad/vivir-en-alerta-las-secuelas-mentales-que-deja-la-violencia-cotidiana
  • Instituto para la Economía y la Paz. (2024). El cambiante panorama de la delincuencia organizada. Índice de Paz México. Recuperado de https://www.indicedepazmexico.org/el-cambiante-panorama-de-la-delincuencia-organizada
  • Hernández, J., & Martínez, A. (2023). Análisis espacial de la violencia en el estado de Veracruz. Revista Colombiana de Geografía, 32(2), 45–62. Recuperado de https://doaj.org/article/76453e72cc9f45a4a75b420475999bab
  • Mexico Violence Resource Project. (2023). “A Brutal Complicity”: The Roots of Violence in Veracruz. Recuperado de https://www.mexicoviolence.org/post/a-brutal-complicity

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