El beisbol está de luto. El legendario ex pitcher de Grandes Ligas y México, Fernando “El Toro” Valenzuela, falleció este martes 22 de octubre a los 63 años, en un hospital de Los Ángeles, California.
Aunque se desconocían detalles de su enfermedad que padecía desde que fue hospitalizado el 1 de octubre, algunos medios confirmaron que el histórico beisbolista perdió la vida debido a complicaciones relacionadas con un problema hepático.
Nacido en el poblado de Etchohuaquila, Sonora, el 1 de noviembre de 1960, Fernando Valenzuela Anguamea jugó en ligas amateurs y torneos nacionales antes de ser firmado por el buscador de Puebla, Raúl Cano, para el beisbol profesional, donde jugó con Cafeteros de San Luis Río Colorado, Tuzos de Silao, Ángeles de Puebla y Leones de Yucatán, donde fue Novato del Año en 1979.
Entre 1978 y 79 fue observado por el buscador de talento de los Dodgers en México, el cubano Camilo “Corito” Varona, quien envió varios reportes positivos del pitcher zurdo, aunque fue el scout internacional cubano Mike Brito quien lo firmó en 1979 con los Dodgers, que en 1980 lo enviaron a Doble A con San Antonio (donde tuvo récord de 13-9 y 3.10 en carreras limpias), siendo subido a Ligas Mayores al final de la campaña, con 19 años, y en 10 juegos como relevista registró marca de 2-0 sin permitir ninguna carrera limpia.
En 1981, el novato Fernando Valenzuela debutó con los Dodgers de manera circunstancial, cuando sustituyó al pitcher abridor del juego inaugural, Jerry Reuss, que se lesionó antes del partido. Ganó por blanqueada 2-0 sobre Astros de Houston lanzando la ruta completa y las siguientes siete aperturas también fueron triunfos para el sonorense, logrando marca de 8-0, cinco blanqueadas, efectividad de 0.50, 68 ponches y 17 bases por bolas en 72.0 entradas, lo que desató un furor en California y el resto de Estados Unidos, que fue bautizado como la “Fernandomanía”.
Una huelga de peloteros (entre el 12 de junio y el 10 de agosto) le quitó la oportunidad para acumular mejores números, pero no le restó espectacularidad a uno de los debuts más sobresalientes de todos los tiempos. “El Toro de Etchohuaquila” terminó con récord de 13-7 y lideró la Liga Nacional con 25 salidas, 11 juegos completos, ocho blanqueadas, 180 ponches y 192.1 entradas, por lo que ganó los premios Cy Young y Novato del Año (el único pitcher que ha conseguido ambos premios la misma temporada), y ayudando a los Dodgers a vencer a los Astros de Houston y Expos de Montreal en postemporada, y a los Yanquis de Nueva York en la Serie Mundial.
Varias cosas peculiares marcaron la destacada trayectoria de Fernando Valenzuela ante los ojos de millones de aficionados y no aficionados al Rey de los Deportes: cada lanzamiento de “El Toro” era un momento memorable en todos los Parques y Estadios, ya que siempre miraba al cielo antes de levantar alto su pierna y lanzar la pelota al pentágono, convirtiéndose en una de las mecánicas más distintivas en la historia del deporte.
También su ya legendario y famoso número 34, y, principalmente, su icónico lanzamiento de screwball o tirabuzón, que lo hizo indescifrable para los bateadores rivales, y que le fue enseñado en sucursales por el méxico-americano Roberto “Babo” Castillo.
Por 17 temporadas, Fernando Valenzuela acumuló marca de 173-153, efectividad de 3.54 y 2,930 entradas con los Los Serafines de California (1991), Orioles de Baltimore (1993), Filis de Filadelfia (1994), Padres de San Diego (1995, 96 y 97), y Cardenales de San Luis (1997). En nueve juegos de postemporada tuvo 5-1, efectividad de 1.98 y ganó las Series Mundiales en 1981 y 1988.
“El Toro” Valenzuela fue elegido seis veces consecutivas al Juego de Estrellas entre 1981-86, ganó el Bat de Plata como mejor pitcher bateador en 1981, 1986 y 1989; el Guante de Oro como mejor lanzador fildeador en 1986
y lanzó un juego sin hit ni carrera el 29 de junio de 1990 en el Dodger Stadium, ante San Luis, 6 carreras a 0. Es el líder en triunfos (173) y ponches (2.074) entre los lanzadores mexicanos en las Grandes Ligas.
Entre algunos récords que consiguió, destacan:
– Más juegos ganados en Liga Nacional, en una temporada: 21 en 1986
– Líder en Liga Nacional con más juegos completos en una temporada: 11 en 1981, 20 en 1986 y 12 en 1987
– Más ponches en Juego de Estrellas al ponchar a cinco bateadores seguidos de la Liga Americana (cuatro de ellos eran cuartos bates en su equipo).
Tras dejar a los Dodgers en 1991, regresó a la Liga Mexicana en 1992 y 1994 con los Charros de Jalisco.
En el beisbol de la Liga Mexicana del Pacifico jugó con Mayos de Navojoa, Naranjeros de Hermosillo y Águilas de Mexicali. Su último equipo fueron los Águilas de Mexicali, lanzando hasta los 44 años, retirándose finalmente el 20 de diciembre de 2006.
Algunos de los reconocimientos que recibió “El Toro de Etchohuaquila”, fueron:
-En 2003, ingresó al Museo del Salón de la Fama de la Herencia Hispana del Beisbol.
-En el 2005, fue nominado como uno de los tres pitchers abridores del Equipo Latino de Leyendas de las Ligas Mayores.
-En 2011 fue exaltado al Salón de la Fama del Beisbol Latino con sede en la República Dominicana.
-En el 2013 fue ingresado al Salón de la Fama del Beisbol del Caribe, con sede en Puerto Rico.
-En el 2014, fue elegido al Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México.
-En 2018 fue incluido en el Salón de la Fama de California.
-El 6 de julio de 2019, la Liga Mexicana de Beisbol retiró de todo el circuito el número 34 de Fernando Valenzuela, uniéndose al número 21 del historico Héctor Espino.
-El 11 de agosto de 2023, los Dodgers retiraron su mítico número 34.
-El 7 de febrero del 2023, al Estadio Sonora, de Hermosillo, se le cambio el nombre por el de Estadio Fernando Valenzuela.
Luego de su retiro, Fernando Valenzuela se unió como comentarista a las transmisiones de radio en español de los Dodgers, además de sus participaciones como coach de pitcheo de la Selección Mexicana de Beisbol en los Clásicos Mundiales de 2006, 2009, 2013 y 2017.
En 2017 regresó nuevamente a la Liga Mexicana de Beisbol, en una nueva faceta como propietario del club Tigres de Quintana Roo, cargo que ocupó hasta su deceso.
Le sobreviven su esposa Linda Burgos y sus cuatro hijos, Fernando, Linda, Ricardo y María Fernanda.
Descanse en paz Fernando “El Toro” Valenzuela, el mejor lanzador mexicano en Grandes Ligas, uno de los mejores del beisbol mexicano, y uno de los mayores ídolos y leyendas en la historia del deporte en México.
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