El retroceso civilizatorio

A propósito del fango de lo primario, pulsional y primitivo.

Apuntes desde el suelo

Dr. Lenin Torres Antonio.

Hemos sido mediatizado con imágenes del holocausto judío como el mayor sufrimiento genocida que ha vivido la humanidad, y a Hitler, como la personificación del mal en la tierra; enterrado en ese relato yacen los miles de seres humanos muertos en las guerras de Vietnam, Corea, Irak, Afganistán, Palestina, Líbano, Siria, además de los muertos de las asonadas golpista castrenses en América Latina y el Caribe de Nicaragua, El Salvador, Chile, Bolivia, Argentina, Brasil, República Dominicana, Haití, financiadas, organizadas y promovidas por las agencias de inteligencias de los EEUU, esto sin incluir los muertos de las guerras provocadas por la Europa neocolonial en África, así como los muertos provocado recientemente por la agresión israelí a la soberanía de Irán, e incluso, el millón de jóvenes ucranianos muertos y otros miles de jóvenes rusos hasta la fecha en la guerra de Ucrania, provocado también por la injerencia de los EEUU y sus acólitos de la muerte, Inglaterra, Francia e Israel, en su lucha contra Rusia y China por el predominio global; así ha operado la narrativa occidental, sesgando la historia han creado un mundo a modo para mantener el sistema de explotación y sometimiento. A la cabeza de la banda mundial de malhechores de “cuello blanco” los EEUU y su clase gobernante, a un lado, sus sicarios, los acompañantes del líder matón, sus secuaces europeos, Inglaterra y Francia, e Israel del Medio Oriente.

Si ubicamos el siglo XX como el tiempo de la caída de las ideologías con el derrumbe del muro de Berlín, es el siglo XXI, el tiempo de la muerte de la razón y de la civilidad.

Ocurre a un cuarto del siglo XXI el mayor genocidio sobre el pueblo palestino en la supuesta era de mayor “ilustración y civilidad”, así como la persecución y deportación de inmigrantes  latinos en los EEUU, siendo éste el supuesto crisol de la inmigración, así que para mantenernos alienados han utilizado a los medios de comunicación para defender a “la pobre Ucrania” del brutal Oso ruso, sin informamos que si ocurrió dicha guerra fue por el apoyo incondicional que sentía y tiene de la OTAN el nazi Zelenski, y ahora, volcados los medios de comunicación occidental intentan ocultar la verdad de la agresión del estado sionista de Israel a Irán e insisten en defender al “sufrido pueblo judío” de los misiles de los “extremistas islámicos” iranies, para colmo, vemos como las grandes organizaciones que representaban la diplomacia, el acuerdo, y la defensa de los derechos humanos, la ONU y la Corte Penal Internacional, entre otros organismos supranacionales, yacer petrificados como grandes piezas de museo para recordar la época de las luces de la razón, hoy inoperantes y caducas.

El proceso de desaparición de todo atisbo del estado palestino suma más de 50,000 palestinos muertos, y más de 35000 son niños, Netanyahu se erige paradójicamente como el Hitler sionista perpetrando “la solución final” del pueblo palestino, con la complicidad de los EEUU y sus aliados, sin inmutarse vocifera que no habrá lugar para un estado palestino, que hará de Gaza un campo de golf y destruirá desde sus cimientos a la nación Persa.

En los EEUU, las imágenes de las detenciones violentas a los que osaron protestar por las deportaciones ilegales contra los inmigrantes latinoamericanos, principalmente, mexicanos,  por parte de los cuerpos de seguridad y la guardia nacional norteamericana, nos recuerdan las detenciones y las persecuciones de los inmigrantes y ciudadanos judíos en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, principalmente, en Alemania, en Polonia, en Hungría, en Checoslovaquia, entre otros países europeos, por parte de la SS hitleriana. Ni una coma ni un punto hacen la diferencia, el gobierno de Trump actúa sin el más minimo apego a la ley y mucho menos a los derechos humanos y las libertades individuales. Con la fuerza del estado militar ordena actuar con la mayor violencia contra los insurrectos, pensando estúpidamente que criminalizando y acusando a los inmigrantes de la degradación y la decadencia del Imperio, e ingenuamente, cree con esos brutales actos inhumanos recobrará “la grandeza de los EEUU”. Cada día vemos como se hunde en el fango de lo primario, pulsional y primitivo, y con ello arrastra al mundo a un grado de degradación que nunca habíamos presenciado.

Así que hay “otra solución final” que está ocurriendo y que ha costado más muertos que los de la 2ª Guerra Mundial, contra los pobres y desposeídos, además de las guerras e injerencismo, a través de la apropiación injusta del modelo económico neoliberal de las riquezas que produce este mundo en unas cuantos países, y en cada país en unas cuantas familias de privilegiados, la voz de Nietzsche resurge por todos lados, es la rebelión de los ascetas, aquellos venidos de “malos” a “buenos”, aristócratas, “los mejores” de la especie humana en la traducción que trataron de indilgar a Hitler, siendo ellos los verdaderos herederos de Hitler, dicha “otra solución final” sin campos de concentración, pues los mismos países dentro del espectro económico se convierten en cárceles de la exclusión y la muerte progresiva por inanición.

El sabio judío Sigmund Freud nos dice que el ser humano está regido por el principio de placer, el principio de realidad y la pulsión de muerte. Esta descripción en los tiempos actuales revela la verdadera naturaleza humana, lejos vemos las alegres frases de Aristóteles, Rousseau, o, Kant, pensando que el hombre es un ser racional, que civilizado vive en comunidad procurando el bienestar el uno del otro,  pues es la pulsión de muerte y los apetitos egoístas la característica suprema del ser humano.

En su obra el Toten y Tabú Freud desliza unas reveladoras preguntas, ¿qué tan primitivo somos los civilizados?, o, ¿qué tan civilizado son los primitivos?, que en los tiempos actuales pareciera que la respuesta es que el hombre civilizado es más primitivo que aquellos que llama “salvajes”, “indígena”, pues, regido por los pulsiones violentas y egoístas encubre perversamente un andamiaje sofisticado que han llamado “civilización”, que se procura a través de la permanente satisfacción de sus apetitos más primarios, su deseo morboso proclive a la perversidad, su deseo pernicioso de someter al otro, y, su deseo de muerte que hace del uno y del otro enemigos mortíferos.

Atrás queda el mundo de la ficción hecha leyes, normas, códigos, modales y hasta, letras civilizatorias, pues una escritura resurge, el purgatorio de la Divina Comedia de Dante de Alighieri, y la infernal lucha interna de Raskolnikov en Crimen y Castigo del genio ruso Dostoievski, entre otros textos que aluden a la violencia y la pobre vida espiritual del hombre moderno.

Mi querido México, donde los intereses privados son más poderosos que el bien común, vemos en este momentos en que nuestros connacionales sufren la afrenta de un desciéndete de inmigrante alemán converso al fundamentalismo islámico, Donal Trump, lanzar sus furiosas guardias pretorianas contra los inmigrantes para echarlos del “paraíso”, y una oposición política desacreditar el llamado de la presidente Sheinbaum a parar esa redadas fascistas en el supuesto corazón de la civilidad los EEUU, que emula más a la Sudáfrica pretoriana que vivió el ilustre Nelson Mandela y a la Alemania hitleriana que al mundo civilizado; un llamado a parar la violencia y respetar los derechos humanos de los mexicanos en los EEUU.

¿Qué falta? Que el mundo civilizado si es que hay esa clase de mundo, levante las armas de la razón y de la clemencia y pare el retroceso civilizatorio y limpie la inmundicia de la clase política que está destruyendo al mundo.

Ahora sí, unidos marchemos contra la guerra y la violencia, contra los apetitos egoístas que gobiernan el mundo, contra la locura que vivimos en la guerra en Ucrania, e enviemos al paredón a los culpables de este salvaje motín de los “cabezas huecas”, aunque sean mandatarios de nobles países y disque solventadas democracias.

El mundo vive su peor momento, pues sabemos que si estalla una guerra nuclear no habrá ganadores, tenemos que detener la demencial espiral de enfrentamientos in-ideologicos, la potestad del poder puro de las armas, la subordinación o el aniquilamiento del otro, no hay otro momento, estamos en peligro de una muerte real, esta no es simbólica ni imaginaria, que nos puede dejar literalmente mudos, en silencio, en paz (descansa en paz).

Descanse en paz nuestra llamada civilización.

Junio de 2025.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *