Eleazar Fuentes Gutiérrez
Monterrey y su zona metropolitana están enfrentando un grave problema de contaminación, y es que no respiramos aire limpio. Pero este no es un problema nuevo; ya tiene tiempo que esta crisis ambiental llegó a la metrópoli regiomontana.
He escuchado a mucha gente decir que el problema es la refinería de Cadereyta, que deberían cerrarla o moverla de lugar, pero aquí entra mi pregunta: ¿realmente el problema es la refinería? Vamos a resolver esta duda.
La crisis de contaminación que sufre la zona metropolitana de Monterrey es una consecuencia del capitalismo y la industria que tenemos en la ciudad. Si presumimos ser una potencia económica, generadora de empleos y de inversión extranjera en México, todo esto tiene un costo. Como bien menciona un término económico: “el costo de oportunidad”.
Perdemos el beneficio de respirar aire limpio y tener una ciudad con poca contaminación a cambio de ser “la capital industrial de México”. Y no está mal tener empresas o industrias, lo que creo es que deben regularse y crearse políticas públicas de medio ambiente para poder aliviar esta enfermedad llamada contaminación. Sin embargo, veo cómo muchos neoloneses culpan a la refinería, pero siendo sinceros y objetivos, la refinería no es el problema en sí.
Según el gobierno de México, la refinería de Cadereyta está dentro de los límites de lo que puede contaminar. Pero, además de la refinería, existen más de 60 mil empresas que son parte del problema. Todos podemos notar, cuando entramos a la ciudad, cómo están destruyendo o excavando cerros, y eso también contamina, entre otras cosas.
La crisis ya se veía venir desde gobiernos anteriores. No es solo que este problema haya surgido hasta ahora, pero el punto es que ningún gobierno estatal o federal hizo algo para prevenirlo. Y ahora, les toca a los gobiernos actuales resolver este problema.
Pero, ¿por qué la refinería no es la culpable de esta crisis? La refinería de Cadereyta ha estado en funcionamiento desde 1979. Pero entonces, si ha estado operando desde 1979, ¿por qué no nos habíamos quejado antes? ¿Por qué hasta ahora?
Desde 2018, el gobierno de México ha invertido más de 8 mil millones de pesos para mejorar la refinería y reducir su contaminación, en comparación con otros años. En 2008, la refinería producía más barriles de lo que produce hoy, y eso sin ningún incentivo para mejorar la calidad de la refinería. Si volteamos a esa época, no nos quejábamos tanto de la refinería, que produce el 15% de las gasolinas del país, lo que la convierte en una de las más importantes.
Si cerraran esta refinería, se verían en un problema los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potosí, Chihuahua, Zacatecas y Durango. Esto quiere decir que 7 estados de la República, directa o indirectamente, dependen de esta refinería para el abastecimiento de gasolina. Y eso sin mencionar la cantidad de empleos que genera la refinería en Nuevo León y lo que significa para la economía.
Pero si todas las empresas son importantes para la economía del estado, a lo que quiero llegar con este análisis es que el problema no es solo la refinería. Estoy 100% seguro de que, si la cierran, no se acabará el problema de contaminación en Nuevo León. Lo que se debe hacer es regular a todas las empresas que no estén dentro de los niveles permitidos y, como ciudadanos, poner de nuestra parte para mejorar el medio ambiente.
Entonces, ¿es la refinería el mayor problema en Nuevo León? La Respuesta es: No. El problema lo generan todas las empresas. La refinería también es parte del problema, pero quitarla no es la solución. A mi parecer, nos beneficia más tenerla que cerrarla.
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