Juan José Gutiérrez*
El pasado miércoles 16 se realizó en el Consulado General de México en Los Angeles un evento para conmemorar los 30 años de la mayor marcha latina hasta entonces en Estados Unidos. Estimaciones indican que al menos participaron ese soleado domingo unas 300 mil personas para protestar contra la Proposición 187, impulsada por el entonces gobernador de California, el republicano Pete Wilson, que negaba servicios públicos a los indocumentados.
Fue el mayor ataque sufrido por la comunidad migrante, que hizo conciencia de la necesidad de organizarse y ganar espacios políticos. Uno de los oradores de ese evento – presidido por el embajador y Cónsul General, Carlos González, y la alcaldesa de la Ciudad de Los Angeles, Karan Bass- fue Juan José Gutiérrez, de dilatada trayectoria como dirigente comunitario, cuyo discurso se publica a continuación:
Los Angeles, CA
En 1994, el Partido Republicano y el entonces Gobernador Pete Wilson iban a perder la reelección para gobernador, por lo que idearon la Proposición 187 como una herramienta política para superar la enorme ventaja de la entonces Secretaria de Educación, Kathleen Brown, entre los votantes, en ese momento ella lideraba a Pete Wilson por 24 puntos porcentuales.
Me invitaron a una reunión política en la casa de Kathleen Brown en Hollywood Hills (entonces Tesorera del Estado de California, y junto con otros líderes políticos de la época (Arturo Vargas de NALEO, Antonia Hernández de MALDEF, Antonio González de SWVRP, etc.). Ella nos dijo que estaba determinada a no dejarse superar por la retórica antiinmigrante de Pete Wilson. Dijo que iba a ser más antiinmigrante que el propio Pete Wilson y que quería comunicarnos en persona su desafortunada decisión.
Le respondí y le advertí que su posición antiinmigrante iba a resultar un enorme error político y que, como ella estaba siendo súper honesta con nosotros sobre su futura campaña antiinmigrante, también queríamos que supiera que estábamos igualmente comprometidos con la movilización y organización de nuestra comunidad para librar batalla contra cualquier intento de demonizarnos y convertir a nuestra comunidad en chivo expiatorio de los muchos desafíos que enfrentábamos los californianos.
Cuando todo estuvo dicho y hecho, la demócrata Kathleen Brown perdió, el republicano Pete Wilson fue reelegido para otro mandato de 4 años, y el resto es historia.
Los esfuerzos cívicos que innumerables miembros de nuestra comunidad realizaron para detener la Proposición 187 desataron dentro de nuestras ciudades y pueblos un movimiento de masas que finalmente derrotó la implementación de la resolución de corte fascista, ya que negaba cualquier tipo de servicios sociales a los indocumentados, empezando con la educación y la salud. Además, facultaba a los maestros, empleados escolares y a médicos y enfermeras de nosocomios públicos a denunciar a migración a los indocumentados para su pronta deportación.
Las marchas
Fue un aguijón que estremeció los filamentos más sensibles de nuestra comunidad.
Por ello, trabajamos incansablemente para unir a nuestra comunidad como nunca antes. A fines de 1993, en mi organización, One Stop Immigration & Educational Center, ideamos un plan para movilizar y organizar a nuestra comunidad mientras la realidad lo hiciera necesario. El plan consistía en tres marchas y concentraciones estratégicas anunciadas a todos como esfuerzos para derrotar la racista Proposición 187.
La primera marcha y concentración tuvo lugar el 26 de febrero de 1994 y congregó a unas 7.000 personas. Marchamos desde el este de Los Ángeles hasta el centro de la ciudad.
La segunda Marcha y Concentración se llevó a cabo el fin de semana del Día de los Caídos, el 28 de mayo de 1994. Esta vez marchamos por la Avenida Broadway hasta el Ayuntamiento. Más de 35.000 personas se unieron a nosotros en esa movilización.
La tercera y última Marcha y Concentración se llevó a cabo hace 30 años, el 16 de octubre. Miles y miles de inmigrantes y personas progresistas de todo tipo marcharon y se manifestaron ese día y escribieron una página inolvidable y gloriosa en nuestra historia cuyo impacto total todavía sentimos hoy. Medios locales estimaron que participaron en esta movilización al menos 300 mil personas, de múltiples orígenes étnicos.
Movimiento popular, venero de nuevas figuras de la comunidad
El movimiento para derrotar la Proposición 187 catapultó a una cantidad de carreras políticas sin precedente en nuestra comunidad, como fueron los casos de Gil Cedillo, quien llegó al Senado y a la Asamblea y fue el principal promotor para la obtención de licencias de manejo para indocumentados. Otros que emergieron de ese movimiento popular que agitó conciencias fue Fabián Núñez, quien se convirtió en líder de la Asamblea de California – equiparable a la Cámara de Diputados- y Kevin de León, quien en su calidad de líder del Senado estatal o senador Pro Tempore, llegó a convertirse en una de las figuras más relevantes de California.
Esa marcha fue el parteaguas de nuestra comunidad, esa comunidad a la que se asumía como el gigante dormido. Estaba constituida por más de tres millones de latinos, pero casi inermes hasta que el torbellino de la movilización alcanzó el rango de popular. Fue la marcha del despertar. De esta manera, los indocumentados que pudieron, se hicieron residentes y los resientes, ciudadanos estadounidenses. Así empezó la paulatina ganancia de espacios, cuyo ritmo de crecimiento fue en ascenso a grado tal que en este momento los hispanohablantes ya son más del 30 por ciento del padrón electoral y se han convertido en factor de decisión de las elecciones. Gracias a ellos, California es el principal bastión demócrata de Estados Unidos.
La comunidad mexicana y latina no olvida, tiene memoria histórica e identifica claramente a sus enemigos: los republicanos, los que más los ofendieron, dañaron, aplastaron, reprimieron y excluyeron. Por eso, antes de emitir su voto, los latinos, los mexicanos, están plenamente conscientes que hay que seguir hilvanando derrotas a los republicanos en el Golden State , donde tienen cerrada la puerta al poder.
Sin embargo, a nivel nacional nuestra comunidad sigue sufriendo en la actualidad los embates de la ultraderecha, encabezada por Donald Trump. El impacto negativo desatado sobre nuestra comunidad por el movimiento antiinmigrante ha sido enorme. Tanto es así que en 2016 , el magnate ganó la presidencia en gran parte gracias a su retórica racista, neo fascista y antiinmigrante.
En este ciclo electoral, Trump está utilizando una dosis concentrada de demagogia antiinmigrante. Y lo triste de esta realidad política es que ni los demócratas ni los republicanos tienen una alternativa legislativa migratoria razonable ni constructiva a esa desafortunada política destructiva y racista.
De nuevo, a pesar de todos los ataques antiinmigrantes que hemos sufrido en los últimos 30 años, nuestra comunidad ha aumentado su poder político como en ningún otro momento de su historia. Pero como en todas las guerras, hemos sufrido reveses. El más grave fue hace dos años, cuando las fuerzas que temen nuestro empoderamiento político hicieron pública una grabación ilegal que resultó en la renuncia de la presidenta del Concejo de Los Ángeles, Nury Martínez, y del presidente de la Federación del Condado de Los Ángeles, Ron Herrera, y fuimos sometidos a interminables llamados para que los concejales Gil Cedillo y Kevin de León renunciaran a sus cargos en el Concejo Municipal.
En este punto, permítanme decir que un informe publicado recientemente por el Fiscal del Estado, Ron Bonta, reivindicó al 100% la perspectiva y las profundas preocupaciones que expresaron los 4 funcionarios públicos sobre la escasa representación política de la comunidad latina en el Concejo Municipal de Los Ángeles.
Permítanme concluir, en este día solemne, haciendo un llamado a todos nosotros para que nunca olvidemos la lección política más importante de la lucha histórica de nuestra comunidad para derrotar la Proposición 187: nunca debemos olvidar que cuando trabajamos en equipo, y cuando perseveramos en nuestra lucha por lograr derechos plenos para nuestra comunidad inevitablemente triunfaremos.
Por lo tanto, mi mensaje para el día de hoy es el siguiente: el Concejal por el Distrito 14 de la Ciudad de Los Angeles Kevin De León necesita ganar su reelección, y todos nosotros debemos de ayudarlo a triunfar, porque cuando el gana todos ganamos.
Y entre ahora y el 5 de noviembre, día de la elección presidencial, debemos hacer todo lo posible para organizarnos para apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris. Debemos instar a nuestra comunidad a votar por ella, ya que representa la menor amenaza política para nuestra comunidad inmigrante. Y no debería haber ninguna duda en nuestra mente colectiva: ella representa la mejor candidata presidencial para nosotros.
Tenemos un faro que convoca a la lucha electoral y que nos ilumina el camino. Usémoslo para seguir venciendo a nuestros enemigos históricos número uno: los republicanos.
*Juan José Gutiérrez, es el líder de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes, con sede en Los Angeles.
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