Como dice Luis Miguel: “¡Échale!” Tan solo son los primeros 40 años y queda un buen camino por recorrer. Porque si algo he aprendido en este tiempo es que en el mundo fiscal, si no te actualizas, estás fuera. KO. En el mismo round en que te dejas de estar al día, estás en la lona.
Dicen que “chango viejo no aprende maroma nueva”, pero aquí no hay de otra: si no aprendes lo nuevo, la materia fiscal te arrastra y te deja en el olvido. La clave de todo está en la interpretación, porque “todo es deducible en el terreno de la interpretación”. ©
Desde 1985 me apasioné por esta materia y logré crear una disciplina nueva: La Lógica Fiscal®, que permite predecir los cambios tributarios con años de anticipación. No es magia, es razón, es análisis, es anticiparse al golpe antes de que caiga. Porque en esto no se trata solo de aprenderse la ley al pie de la letra, sino de entender cómo se mueve el tablero y cómo las reglas cambian según el viento político y económico.
Siempre he sido partidario de explicar la materia en español claro, sin tecnicismos, porque de nada sirve hablar bonito si la gente no entiende. Y tampoco me interesa andar en redes sociales buscando miles de vistas (que en su mayoría son bots), porque eso no resuelve nada. Lo que realmente importa es generar soluciones reales para los contribuyentes.
En estos años he logrado que varias iniciativas sean incluidas en la LISR en beneficio de los contribuyentes. Y aunque aquí no les interesó la propuesta de igualdad de salarios sin distinción de sexo, en Ecuador sí la tomaron. Espero que en este sexenio se logre.
Del nuevo portal de pagos mejor ni les digo nada… porque lo advertí hace 20 años y no lo creyeron. Ahora sólo les queda sufrir y llorar.
Cuarenta años se dicen fácil, pero han sido de lucha, de estudio, de pasión por esta materia que me sigue emocionando como el primer día. Y como en la Lógica Fiscal® lo importante es ir siempre un paso adelante, vamos por más.
Felicidades a mí. Y ¡échale, que esto sigue!
Imagen de LM utilizada solo como dato ilustrativo, todos los derechos son de su creador original.
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