Solo escuchamos aquello para lo que tenemos respuesta

Por: Ernesto Cerda 

Lo importante es no dejar de hacer preguntas.

Y es que una pregunta precisa, moviliza toda la energía, hacia el hallazgo de la solución.

EL trayecto de la razón nunca ha sido lineal, sino que su desarrollo es de avances de eternos retornos, retrocesos, progresos, dudas, incertidumbres, certezas, de muerte y de vida, problemática siempre abierta al juego de la interrogación, de la pregunta, del cuestionamiento.

Este texto es de la pregunta, del cuestionamiento y no de los absolutos, de exclusiones y de imprecaciones. En donde la lucidez del ser humano invita a romper la triste medianía de una vida de animal dormido en su cueva, nos promete espacios abiertos, riesgo, vuelo, altura. Sócrates ya nos hablaba, con la mayéutica, sobre la importancia cuestionarnos la realidad. Su técnica llevaba al «parto de las gracias a una serie de preguntas y respuestas en las que el maestro guiaba al alumno en su propio proceso, descubriéndole sus propias contradicciones”.

Albert Einstein decía al respecto: “Si yo tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, gastaría los primeros 55 minutos para determinar la pregunta apropiada, porque una vez supiera la pregunta correcta podría resolver el problema en menos de cinco minutos”. Y es que una pregunta precisa moviliza toda la energía hacia el hallazgo de la solución. 

La simulación, la ficción, el autoritarismo, los absolutos; son los que desvían a los seres humanos de sus auténticos deseos, pulsiones, cuestionamientos y además exilian al sujeto de su mundo y provocan el malestar entre los humanos y la sociedad. Por eso hoy, más que nunca considerar que el trayecto de la razón nunca ha sido lineal, sino que su desarrollo es de una espiral asintótica. Las preguntas actúan como generadores y organizadoras del saber. Así, éstas despiertan nuestro deseo de conocer cosas nuevas, la realidad y nos ayudan a reflexionar sobre el propio saber y el proceso de aprendizaje.

Que nos facilitan o nos dan las preguntas:

a) Nos dan información.

b) Nos ayudan a entender y definir, las condiciones aun en situaciones de contingencia, para concretar y para ir por las prioridades de nuestro proyecto.

c) Las preguntas nos ayudan a analizar y a diagnosticar las situaciones, conductas y los hechos de las personas.

d) Las preguntas envuelven a otra persona o personas y motivan tu interacción, para plantear tu programa y objetivo y a seguir dialogando.

e) Las preguntas te ponen a examinar, a sondear, reconocer en la conversación, las respuestas de las otras personas. 

f) Nos llevan a deducciones, hipótesis, consecuencias y resultados.

Debemos también tener presentes las provocadoras palabras de Albert Einstein, “No hay nada que sea un signo más claro de que hacer lo mismo, una y otra vez y esperar que los resultados sean diferentes”. Según Wayne Dyer escritor sobre el pensamiento positivo «no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las Peguntas»»

Las preguntas centran nuestra atención y nos invitan a mirar en una determinada dirección. Timsit, nos previene ante ciertos mecanismos de socialización que evitan que la gente se haga preguntas sobre las cuestiones importantes que afectan a sus vidas o a las de los demás. Se desvía la atención de la gente, manteniéndola lejos de los verdaderos problemas sociales mediante continuas distracciones e informaciones sin importancia real.

Einstein señalaba que las preguntas al traducirlas al mundo de la psicología cotidiana “tomo los cuestionamientos para encontrar soluciones prácticas para relativizar comparaciones, resolver problemas y hallar la fórmula más poderosa para vivir plenamente”.

Una mente sin preguntas es una mente que no está viva, intelectualmente. En un mundo tan cambiante como el actual, una de las capacidades más importantes es la de hacer los cuestionamientos y las preguntas necesarias, pertinentes y oportunas.

Formular preguntas impulsa el pensar hacia adelante. Pero cuidémonos de lo que decía Friedrich Nietzsche de que solo “Oímos sólo aquellas preguntas para las que estamos en condiciones de encontrar respuestas”. 

Preguntar o cuestionar no son conocimientos, al contrario, son reconocimientos de ignorancia, pero abren espacio al conocimiento, Impulsando al investigador más allá de lo que sabe. O como Mario Benedetti, lo ejemplifica, “Cuando creímos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”

y como proclama un anónimo” antes de suponer o asumir, prueba este loco método que es preguntar”.

Tiempos cumplidos ernestocerdaserna. Otoño2022.

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