Por: Prof. Benito Ramírez Hernández
Oficialmente la aventura de gobernar uno de los estados más importantes en el país le
quedó grande a Samuel García y los nuevoleoneses estamos pagando caro el haber soñado
que un Jr. y su influencer esposa, según esto nos iban a llevar a una nueva era en la cual el
estado despegaría como un motor de modernidad, seguridad, sustentabilidad, movilidad y
comunidad.
Si algo he de confesar a pesar de que yo en lo particular no vote por este proyecto, es que
guardaba un expectativa positiva del gobierno de Samuel García, ya que al ser un personaje
que no rebasa siquiera los 35 años, pensé que lucharía por el clamor de miles de jóvenes
que viven en el estado exigiendo espacios más seguros y amigables con el medio ambiente,
mejores opciones para los peatones y ciclistas, infraestructura de punta, transporte digno y
suficiente, conectividad, cultura, arte, vanguardia y todo eso que representa a las grandes
orbes en las cuales es un placer salir a recorrerlas sin miedo y que ofrecen gran oferta de
distracción, diversión y diversidad.
Pero no, después de apenas 8 meses caemos en cuenta que el Nuevo Nuevo León es un
sueño guajiro y lejano, ya que Samuel no ha podido ni si quiera solucionar los temas del
viejo Nuevo León, al contrario, se han agravado bajo su mandato.
No hay agua para el consumo corriente del estado ni control sobre la administración de
este recurso, AyD como dependencia es una broma de mal gusto que se burla diariamente
de los ciudadanos con su incapacidad de al menos sostener sus planes y declaraciones, la
realidad es que el agua se va a cualquier hora y vuelve cuando le place, en la colonia que le
da la gana, no existe control alguno sobre el tema porque no saben lo que están haciendo,
al menos eso es lo que transmiten sus desorganizadas acciones.
El transporte es un tema que debe molestar y mucho a los usuarios, el plan de movilidad de
Samuel se ve muy lejano y a pesar de que captó muchos votos para su campaña en contra
del aumento apenas tomó la gubernatura y los aumentos comenzaron, el del metro no será
el único y guarden esta nota.
La inseguridad no para, la manera en que se han manejado los casos de feminicidios ha sido
un circo y mantener tanto tiempo y toda costa a Aldo Fasci al mando lo convierte en un
cacique de la Secretaría de Seguridad, un puesto al que debe renunciar por vergüenza
profesional y dar paso a nuevos proyectos que garanticen un mejor desempeño que el de
los últimos 5 años.
Estos tres (3) temas han sido de gran interés público en los últimos meses, pero hay más,
hay muchas situaciones más que están fuera de control en Nuevo León: el
desmantelamiento de muchas dependencias que si funcionaban, los abusos en las multas
de AYD, las promesas incumplidas a los policías, la presentación de programas y programas
que nunca arrancan, el engrosamiento de las arcas de la caja chica del estado (ISSSTELEON)
al quitarles el ISSSTE a empleados y perjudicar sus ingresos y prestaciones, el uso mediático
de las víctimas de feminicidio, la próxima privatización en la Huasteca, el exceso de gasto
en redes sociales, la compra de alcaldes y diputados, el control arbitrario de la UIF, los
beneficios al sector privado, los cortes de energía eléctrica y por supuesto el compadrazgo,
si, llevar a los puestos importantes del sector público a personas que además de sus
negocios y nombramientos en Universidades y Sector privado se sientan en los altos
mandos públicos a cobrar su tercer o cuarto sueldo de 70 mil pesos, si, esos que nunca les
va a faltar el agua o el pan en su mesa y no conocen ni por error el transporte urbano, esos
que se quejan por tener que salir de San Pedro a visitar las oficinas de gobierno 2 horas al
día, visitar, porque de trabajo no se ve absolutamente nada, ¿dónde quedaron las
oportunidades para los jóvenes?
El colmo llegó hace unos días, cuando Samuel invitó públicamente a la vieja política a
servirse del estado con la cuchara grande, sentó a los dinosaurios del PRI y del PAN en una
mesa y les pidió ayuda para controlar un estado que ya se le salió de las manos, entre líneas
está aceptando que no puede con Nuevo León y si no puede con el Estado debemos exigirle
que renuncie.
Con Nuevo León no se juega y este Jr. está jugando a gobernar.
