La contaminación Metropolitana del Aire, es también un asunto de Geopolítica…

Raúl A. Rubio Cano

No es lo mismo andar “arriba de la burra” (estar en el Gobierno) que andar a pie, como cualquier ciudadano. Por lo menos ese dicho popular queda claro ante la denuncia que realizó en el periódico El Norte (30/12/2021) Selene Martínez, directora del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, organismo que antes de la llegada de Samuel García como gobernador del Estado de Nuevo León, era dirigido por el doctor Alfonso Martínez; sin embargo, hoy Alfonso ocupa el puesto de Secretario de Medio Ambiente y por lo visto, desde esa realidad, ya no puede ser y decir lo mismo en materia de contaminación y sus implicaciones en la salud de los nuevoleoneses y ecosistemas, que cuando no era funcionario de tan significativo puesto oficialista del gobierno Samuelista.

La acusación de Selene va en primera de Locales de El Norte, porque es una situación grave, muy grave, resulta que se indica en la mencionada nota que: “… el propio Programa de Respuesta a Contingencias Atmosféricas, el Estado no ha activado en este mes por lo menos seis alertas ambientales y una contingencia Fase I por contaminación del aire. ‘Analizamos las alertas que no se dieron la semana del 13 al 18. Todos los días hubo (indicadores para emitir una) alerta’ señaló…”

Agrega Selene: “Todos los días estuvimos analizando los criterios y todos los días hubo alerta, incluso el sábado 18 hubo contingencia Fase I de PM2.5”.

La respuesta a tal denuncia no se hizo esperar más tiempo y ese mismo día, jueves 30 de diciembre, a las 11:56 horas, el gobierno del estado activó la alerta ambiental número 12 del año 2021. Y, un día después, también en nota de El Norte, se difundiría el hecho y se cuestionaría por el reportero, Uriel Vélez, que: “La dependencia (Secretaría del Medio Ambiente) tenía 22 días sin activar una alerta pese a la mala calidad del aire reportada en ese periodo por El Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA)”.

Igualmente, el pasado viernes 31, tradicionales voceros en materia ambiental del periódico El Norte, “Cuestionaron que el Estado no emita alertas ambientales”.

Ayer, primer día del año, por la mañana abcnoticias.mx informaba que de las 14 estaciones para monitorear la calidad del aire, 8 de ellas arrojaban índices preocupantes que reflejaban que el área metropolitana de Monterrey está muy contaminada. Las estaciones de “San Bernabé, San Nicolás. Universidad, Juárez y Cadereyta son quienes peor escenario ambiental viven este sábado por la mañana, con ‘muy mala’ calidad del aire”. Todas esas estaciones forman con su ubicación “un abanico de medición” de los vientos que impactan el norte de nuestra metrópoli.     

Desde 1986, en el Centro de Investigaciones de la Facultad de Psicología de la UANL, venimos estudiamos la calidad del aire metropolitano de Monterrey y hemos podido comprobar que dos terceras partes de los días del año, nuestra ciudad padece de inversiones térmicas, las cuales aunadas a la contaminación de fuentes internas (pedreras, constructoras, fábricas, transporte urbano, vehículos particulares, incendios…) generan una verdadera “cámara de gases” y según últimos estudios del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, ese impacto se le puede atribuir más de 5 mil muertes de regios al año, amén de muy diversas enfermedades respiratorias, cardiacas, cerebrales, etcétera.

Al paso del tiempo, estudiando esta realidad de contaminación del aire que todos respiramos y que todos padecemos por ello, hemos podido comprobar con la red de satélites con que cuentan diversas agencias ambientales nacionales e internacionales, que la contaminación del aire en la metropolitana ciudad de Monterrey, depende no solo de fuentes internas a nuestra metrópoli, sino –sobre todo, en la estación de invierno- de la contaminación de fuentes muy diversas que empujan los frentes fríos desde Canadá y los Estados Unidos.

Por eso, en la medida en que en estos últimos días se fue conformando y movilizando la gran tormenta de nieve que va padeciendo el Hemisferio Norte de América, en su camino hacia México, es normal que esta tormenta “empuje” la contaminación de grandes ciudades de USA hacia el Norte mexicano y en particular al área metropolitana de Monterrey. Prueba de ello, es la realidad que denuncia la directora de Observatorio Ciudadano o el mismo reportero Vélez de El Norte, al informar del incremento de la contaminación del aire, porque no solo tenemos inversiones térmicas y la operación de fuentes contaminantes propias el área metropolitana, si no hay que agregar la contaminación que procede de Norteamérica y, en febrero-marzo, nos llegará por el sureste arenas del desierto del Sahara, aunque usted no lo crea.

Ayer sábado, la vida citadina había disminuido significativamente, la metrópoli dormía o descansaba por ser Día Primero del año 2022, pero se padecía una contaminación espantosa por la mañana. Sin embargo, con la llegada definitiva del frente frío por la tarde-noche y sus vientos ya gélidos, la contaminación se fue limpiando según las estaciones del SIMA. Ya no había contaminación que transportar porque la nieve y lluvia, la empezó a tumbar en Estados Unidos…

Hace dos años, el primero de enero, pero del año 2019, en video del licenciado Rubén del Muro Sánchez, viniendo por la mañana en la carretera de Marín a Monterrey, grabó video que demuestra lo arriba mencionado: de cómo una ciudad prácticamente inactiva, tenía una nata de contaminación impresionante y cuestionó que ello no podía ser obra de la planta vehicular sino de otras fuentes como pedreras, fábricas, etcétera (Adjuntamos, el citado video).  

Por lo tanto, y por la vida de los nuevoleoneses y sus ecosistemas, urge transformar el marco “teórico” para entender la contaminación del aire metropolitano; una realidad que ni Mario Molina, premio Nobel de Química entendió y bien que cobró millones de pesos por estudio que solo hablaba de fuentes internas de contaminación en Monterrey; pero, para nada interviene en una problemática de la calidad del aire que se comparte en Norteamérica por tres países; por eso, ello implica acciones que se debe de ir mucho más allá de establecer alertas o Fases de Contingencias; también, es un problema de Geopolítica y ello ya implica ser un caso que debe de ser tratado en el T-MEC  y no digamos en los programas fronterizos México-Estados Unidos. Basta ya de tener en Nuevo león funcionarios ignorantes de todo ello, y de un gobernador que en menos de tres meses, ya dos veces ha salido de vacaciones y dejado a una bola inútiles –ejemplos de verdadera maldad- a cargo de la supuesta salud de los nuevoleoneses ¡Órale!

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