Uno de los principales errores de dirigentes y militantes es declararse ideológicamente como ‘rojos’ pero trabajar y vivir como ‘rosas’.
“Esto es traicionar a los movimientos sociales que luchan por construir poder popular”, cuestionó el iniciador de Política Popular en México, Adolfo Orive Bellinger.
A sus 82 años de vida, el activista social y político acudió como invitado especial al Seminario Internacional “Los Partidos y una Nueva Sociedad”, donde presentó la reedición de su libro “Poder Popular. Construcción de ciudadanía y comunidad”.
Pidió congruencia tanto a dirigentes como a militantes, pues el objetivo de las luchas sociales es mejorar el nivel de la vida de indígenas, campesinos, obreros, colonos y de la gente.
Reconoció que el peor enemigo para construir el poder popular son los errores propios que debilitan la lucha social.
Orive Bellinger fue participante del movimiento estudiantil de 1968 y en 1970 fundó y dirigió al grupo de Política Popular-Línea Proletaria, considerado como el árbol troncal del maoísmo mexicano.
Por más de 20 años participó como brigadista en Chiapas, Coahuila, Durango, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Sonora y Veracruz, en la organización de ejidos colectivos, colonias populares, uniones de crédito y luchas sindicales de empresas siderúrgicas.
Fue asesor de los presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, con quien colaboró en la campaña presidencial, así como en la de Luis Donaldo Colosio y de Francisco Labastida. Trabajó además para el gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas.
De 2009 a 2012 fue asambleísta en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y de 2012 a 2015 fue diputado federal en la Cámara de Diputados por el Partido del Trabajo.