El cambio climático es la mayor amenaza que ha tenido la humanidad en su historia. Es un fenómeno que pone en riesgo extremo cambiar el mundo como lo conocemos.
La Organización de las Naciones Unidas dio a conocer en agosto pasado el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el cual sistematiza y resume el resultado de casi 15 mil publicaciones científicas de todo el mundo.
A nivel internacional, el estudio revela que la Tierra seguirá aumentando su temperatura global en más de 2 grados Celsius a lo largo del siglo, si no hay una reducción radical de emisiones de gases de efecto invernadero.
A nivel regional indica que en Centro y Norteamérica se prevé que las temperaturas altas sigan aumentando y que aumenten las sequías y el tiempo que dura la temporada de incendios.
Es probable que disminuyan las precipitaciones medias anuales y de verano en todas las subregiones y que los ciclones tropicales tengan una mayor precipitación, además de tormentas severas y tormentas de polvo.
Se prevé que el aumento relativo del nivel del mar se incremente a lo largo de la mayoría de las costas, lo que está asociado con aumento de las inundaciones y la erosión costeras.
Se prevé que aumenten la acidificación de los océanos (a lo largo de las costas) y las olas de calor marinas (en intensidad y duración).
Se observan fuertes disminuciones en los glaciares, el suelo congelado y la capa de nieve, con excepción de la nieve en el norte del Ártico.
Otro estudio de la ONU, el Atlas de mortalidad y pérdidas económicas de los organismos meteorológicos, climáticos y extremos hídricos, en los últimos 50 años se han quintuplicado los desastres naturales.
En este periodo se reportaron más de 11 mil eventos catastróficos y más de dos millones de muertes, 91% de las cuales ocurrieron en países en desarrollo.